El estado de salud de quien dirige el destino de un país siempre resultó de interés nacional. Tras la muerte de Néstor Kirchner y los episodios de hipotensión de la presidenta Cristina Fernández, las miradas recaen sobre el cuerpo médico presidencial.
La denominada Unidad Médica Presidencial (UMP) es un órgano que depende directamente de la Secretaría General a cargo de Oscar Parrilli. A la cabeza de la UMP se encuentran Luis A. Buonomo, Marcelo E. Ballesteros y Daniel M. Maffei. Acompañan a esta tríada un grupo de 12 médicos adicionales. Los últimos recambios en la nómina se dieron a conocer en 2009.
Buonomo es cirujano y se recibió con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires. En los años 70 participó de la militancia política. Desde 1985 concentró su actividad en Santa Cruz, en donde entabló amistad con Néstor Kirchner. Desde entonces se convirtió en el médico personal del ex presidente. Perfil.com intentó sin éxito contactarse con el profesional.
A través del decreto 150/2007, la Presidenta oficializó el cargo de Buonomo como "Médico Presidencial" y le otorgó el rango y jerarquía de Secretario, lo que entonces provocó la crítica de la oposición. Cristina Fernández no dudó en revalidar el puesto de quien atendió a Kirchner hasta sus últimos minutos de vida.
El radical Oscar Aguad, diputado nacional por Córdoba, presentó en enero 2008 un duro proyecto de resolución firmado además por el fallecido historiador y diputado José Ignacio García Hamilton. "Cuáles fueron las razones para que el médico personal de la Sra. Presidente tenga el cargo y salarios de Secretario de Estado", cuestionaban los legisladores. Además se reprochaba que un "sistema republicano de gobierno" se hiciera cargo de la salud de la familia presidencial.
El decreto 620/2008, emitido tres meses después, creó la Unidad Médica de manera oficial y en la esfera presidencial. Allí se establecieron las acciones y el protocolo creado en conjunto con Buonomo. Todos los miembros del gabinete deberían "efectuar la cobertura médica eficaz e integral de la señora Presidenta de la Nación y de su grupo familiar, en el ámbito de la Residencia Presidencial de Olivos, en la Casa de Gobierno, y en todos los desplazamientos y sitios de permanencia".
No fueron pocas las miradas que recayeron sobre Buonomo tras la muerte de Kirchner. El último desencuentro oficial fue en el cancelado viaje de la Presidenta al Paraguay en ocasión de los festejos por el Bicentenario. El comunicado de la Unidad Médica fue firmada por el segundo del cuerpo, Ballesteros.
Según trascendió, las causas de los últimos imprevistos o ausencias del médico presidencial titular sería originadas por un problema de salud familiar. Ballesteros y Maffei son también médicos cirujanos pero especialistas además en emergentología. Ambos trabajaron juntos en el departamento de emergencias del Hospital Interzonal General de Agudos Güemes, de Haedo.
El periodista y médico neurólogo Nelson Castro, en diálogo con Perfil.com, opinó: "El jefe de la Unidad Médica Presidencial tiene que ser un hombre con un amplio criterio médico, con autoridad sobre su paciente, respetado por sus colegas, y con un alto nivel de conocimientos. Además, debe estar preparado para saber que un Presidente es una persona de cierta exposición pública y debería comprender que maneja una información que es de interés público".
El autor del libro Enfermos de poder continuó: "He escuchado críticas por parte de gente cercana a los Kirchner, entre ellos médicos cercanos, temas internos del cuerpo médico. Entiendo que Ballesteros es un profesional altamente especializado en emergencias, mientras que Buonomo es cirujano, pero tuvo el plus de conocer a los familia Kirchner desde hace muchos años".
"Ahora se puede observar que Cristina Fernández es una mejor paciente que Néstor Kirchner. Los médicos no se pudieron imponer sobre él. Algo grave es que el equipo médico no puede actuar bajo el concepto del temor de no informar ciertas cosas. Lo más importante es abrir la información, es el mejor protector", añadió.
El periodista subrayó en conclusión: "El tema de la salud de un presidente es un tema de Estado, por lo tanto es de interés público".