POLITICA

Los mejores chimentos políticos (y de sociedad)

Milagro de una ONG: juntó a Macri con Filmus y a los hermanos Scioli; el coche de Hebe que le robaron a Schoklender; y la gota gorda que sudó el hermano de Garré.

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Ecumenismo político en la cena que brindó la Ong conciencia
Lo que no logró, por ahora, ningún canal de televisión lo consiguió la asociación Conciencia en su tradicional Noche Ciudadana: bajo un mismo techo, en la Rural, coincidieron Mauricio Macri, Daniel Filmus, Daniel Scioli, Francisco de Narváez, Sergio Massa, Sergio “rabino” Bergman, Aníbal Ibarra, Jorge Telerman, Ricardo Alfonsín, María Das Neves, María Eugenia Estenssoro, Pepe Scioli, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich, entre otros. Aunque, claro está, la idea de la convocatoria no era que los diferentes candidatos debatieran, sino que apoyaran el trabajo solidario de esta organización fundada en 1982. Por unas horas, al menos, los distintos referentes dejaron de lado sus diferencias políticas y hasta aceptaron amontonarse sobre un pequeño escenario para una atípica foto. El que no llegó a tiempo para el retrato fue Filmus, que arribó al predio de La Rural cuando el resto de los invitados había paladeado ya una liviana tarteleta de entrada y un tierno lomo con milhojas de papas, y la noche estaba por terminar. El senador y candidato a jefe de Gobierno porteño del Frente para la Victoria, de hecho, no llegó a probar bocado, pero cumplió con su palabra de asistir al evento. Macri, por el contrario, fue uno de los primeros en llegar, junto a Juliana Awada, y aprovechó su breve discurso para hacer algún chiste con aplauso garantizado. Correcto, aunque con pocas ganas de hablar de armado de listas, Scioli llegó junto a Karina Rabollini, quien comentaba que el fin de semana había quedado varada en Chile debido a las cenizas volcánicas. Hablando de cenizas, Diego Santilli e Ibarra conversaron sobre el presente gris de River Plate. El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, practicó su inglés en amable diálogo con la embajadora de Estados Unidos, Vilma Socorro Martínez. Estaba también la diplomática inglesa Shan Morgan, quien conversaba por su parte con la presidenta de Conciencia, María Figueras, y con el director de la consultora Poliarquía, Fabián Perechodnik. Las que recibieron elogios por su vestuario moderno fueron Estenssoro, la hija de Federico Pinedo y la diputada Paula Bertol, por animarse a un escote y a un color shocking. Más elogiada aun fue la disposición de empresarios como Alejandro Macfarlane, Alejandro Bulgheroni y Eduardo Escasany a la hora de los remates benéficos.

Semillero Pro
Aunque de esto no se habló en la cena de Conciencia, puertas adentro de esta ONG hay conversaciones (des)encontradas por la decisión de Lía Rueda, anterior presidenta de la misma, de sumarse a la lista de legisladores PRO de la inminente elección porteña: que si era correcto hacerlo, que si era conveniente esperar hasta la siguiente elección, que si esto convertía a Conciencia en futura base de lanzamientos de próximos integrantes... Pero lo que quedó claro es que hay ONGs que son “semilleros” del PRO: Laura Alonso, ex Poder Ciudadano, se convirtió en diputada y Carmen Polledo, ex COAS, en legisladora que trocó esos discursos con frases del Dalai Lama y Teresa de Calcuta que daba en las cenas anuales de su ONG, por posiciones más próximas a Torquemada, y que ha hecho más de una vez perder la paciencia a su par Cristian Ritondo.

Se abrió pandora
En el sector valet parking del casino flotante, el hecho es recordado hoy –diez años después– con lujo de detalles. Sergio Schoklender era asiduo concurrente nocturno; jugaba póquer y black jack con fruición. Una noche, Prefectura y la autoridades del casino entraron en alerta roja. Por primera vez, se había denunciado el robo de un automotor en la playa exclusiva del flotante. La denuncia recayó en una comisaría de La Boca. Y hasta allí se tuvo que correr Hebe de Bonafini, titular del dominio robado a Schoklender; en ese momento, un casi ignoto cuarentón de barba y permanente polera negra.

Boda sin ubicaciones
Posiblemente, a la hora en que los lectores más madrugadores se dispongan a revisar estas líneas todavía queden trasnochados en la pista de baile de La Rural. La boda de Aníbal “Titi” Leguizamón reunió a personajes de la política vernácula y el establishment y dispuso libertad de acción para las ubicaciones en las mesas y ahorrar así cualquier conflicto entre distintas tribus: kirchneristas, peronistas disidentes, GEN, empresarios y hasta jueces federales. Su hermana K, María Laura, estaba feliz porque ya tiene su lugar asegurado en la lista del FPV, y porque con ayuda de su pareja, Marcelo Figueiras, le regaló a su hermano la luna de miel a Tahití.

Perdón presidencial
La Presidenta entró al Patio de Las Palmeras de la Rosada por unos escáneres que se instalarán en las cárceles para detectar drogas y teléfonos celulares. “Si detectaran mentiras, ustedes estarían en problemas”, ironizó Carlos Zannini, a coro con Florencio Randazzo, mientras Oscar Parrilli pasaba por un escáner a los periodistas. Las risotadas se frenaron cuando uno de los perros policía ladró. “Debe ser porque estás gordo”, le espetó Cristina al pingüino Zannini, pero inmediatamente se retractó: “Perdón, perdoname”.

Jaunarena sacó libro
Pese a la cercanía del proceso electoral, la campaña quedó de lado en la clásica mesa radical de los jueves en Lalín. A modo de agasajo por la salida de su reciente libro, La casa está en orden, la concurrencia recibió al ex ministro de Defensa Horacio Jaunarena, que poco opinó sobre la coyuntura, pero se despachó con un abanico de anécdotas de su paso por el poder. Entretenido almuerzo que comenzó con la clásica tortilla española y el jamón crudo y continuó con los recuerdos de Jaunarena sobre su encuentro con Aldo Rico y la posterior necesidad de concurrencia del por entonces presidente, Raúl Alfonsín. Tan atentos a las palabras del ex funcionario como al menú, se vio a Leandro Despouy, Hernán Rossi, Julia Constenla, Héctor Arson y Víctor de Martino junto al anfitrión, José Bielicki.

Hedonistas
Gran comida con clima francés resultó la última de la Academia Argentina de Gastronomía, pues se realizó en el histórico Club Francés. Dieciséis sibaritas disfrutaron de un increíble queso brie que el chef colocó sobre una base de hojaldre y miel de trufas. Hubo varios, como Guillermo Michelson y Patricio Kelly (h), que querían repetir, pero no los dejaron para que pudieran cumplir con los cinco pasos sin terminar en mal estado. No causó sensación la merluza negra, pero gritos y aplausos recibió el pato asado que fue el preferido de Manuel Mora y Araujo y de María Podestá. El chardonnay resultó el único vino que tuvo éxito y para el próximo encuentro, tocará el turno a los de la Bodega del Fin del Mundo. Algo tarde llegó Ignacio Gutiérrez Zaldívar, que venía de comer con economistas, y no lo dejaron probar más que el vino blanco y un café.

La hormiga convence

Un desayuno con Graciela Ocaña bastó para que Fanny Mandelbaum terminase como candidata en la Ciudad, en una lista del espacio de Francisco de Narváez. Para festejarlo, Fanny salió a cenar con su amiga y ex directora de Canal 7, Rosario Lufrano. Viejas conocidas –compartieron pantalla hace años en Telefe–, cenaron en conocido bar palermitano a metros del radical Ricardo Gil Lavedra.

Sólo para la familia
De la misma manera en que suele perforar los distritos del Conurbano en plena campaña, Osvaldo Mércuri le clavaba el tenedor a un jugoso corte de ternera. Así se dejó ver el histórico dirigente en conocida parrilla de Lomas de Zamora, rodeado de su familia completa (esposa, tres hijos y nietos). El ajetreado cierre de listas –será candidato a senador provincial– lo obligó a postergar su clásico festejo de cumpleaños en el quincho de su casa y redujo la celebración por sus primeros 67 a una cena familiar. Claro está que Mércuri bien conoce las entrañas de cada rincón de la Provincia aunque, al parecer, mejor aún registra las que le cocinan en ciertas parrillas de la zona sur del Conurbano.

Agasajo a la italiana
Antes de partir hacia Italia para disfrutar de un mes de vacaciones, el embajador de ese país en la Argentina, Guido La Tella, y su mujer Christine ofrecieron una entretenida cena en el Palacio Ortiz Basualdo. En cinco mesas se ubicaron, entre otros, los diplomáticos Günter Kniess, de Alemania; Robert Zischg, de Austria; Hein de Vries, de Holanda, Adolfo Zaldívar, de Chile; el belga Thomas Antoine; el irlandés James Mc Intyre y Alfonso Díaz, embajador de la Unión Europea. También estuvieron Pacho O’Donnell, José de Mendiguren, Alberto Bellucci, Alejandro Cordero, Teresa de Bulgheroni, Rosendo Fraga y Fabián Perechodnik, ambos de los más consultados a la hora de hacer análisis político. Estaban también Valeria Massa y Alejandro Gravier, quienes esta semana fueron anfitriones de una comida privada a José María Aznar.

Burreros (I)

Las Carreras de las Estrellas trasformaron San Isidro en una gran fiesta. Se jugaron más de $ 5 millones y se entregaron a los propietarios $ 3,5 millones. Nunca se había repartido tanto dinero en premios. Juan Carlos Bagó llegó con su haras Firmamento a cien premios Grupo Uno ganados, todo un récord mundial. La familia de Hernán Ceriani Cernadas también está acostumbrada a festejar en estas carreras: han ganado ya más de veinte y atesoran igual número de esculturas de bronce realizadas por Ricardo Dalla Lasta, que son el testimonio de sus triunfos. Fue Raúl Lottero el que entregó este premio, ya que Bruno Quintana llevó la representación Argentina a Turquía, donde continuó promocionando la raza pura de carrera en una plaza importante para los criadores argentinos, que todos los años tienen ocho mil nacimientos y que deben exportar para que las cuentas les cierren.

Burreros (II)
También festejaron los Menditeguy, con Julio Jr. a la cabeza, acompañado por su madre, Alice Chopitea, y el jurista Emilio Cárdenas. Este haras de Capitán Sarmiento ha sacado alguno de los grandes campeones. Con los festejos, no se quedaron atrás los brasileños propietarios del haras La Providencia. Muy contento estaba un hípico de ley como es José Mastellone, ya que uno de sus cracks resultó ganador y lo llevó al triunfo una mujer, la jocketa Andrea Marinhas. Los hermanos Mario y Roberto Guerrieri se tenían gran fe con uno de sus caballos del Stud Castañón, pero el pingo no estaba en su día. De la vecina orilla vino el embajador Eduardo Volonté, que la semana pasada había ganado una gran carrera con un caballo en sociedad con el presidente del club y los Guerrieri. Mejor suerte tuvo –en las apuestas– Stella Cociffi, que acababa de llegar de un viaje por Europa y con lo recaudado parece que pagará la tarjeta de crédito.

Esquirlas

Más allá de los dardos cruzados entre la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno y River Plate por saber quién debía encargarse de que el estadio Monumental y sus inmediaciones no se transformaran en Kosovo luego del partido entre el club millonario y Belgrano de Córdoba, lo cierto es que, incluso cuando la suerte del equipo de Juan José López parecía sellada, a cinco minutos del final, un hombre clave del Ministerio de Seguridad aseguraba que la situación estaba bajo control. Raúl Garré, hermano de Nilda y jefe de Gabinete de la cartera de Seguridad, era uno de los que sufría el cotejo desde la zona de los palcos, junto a su hijo. Aunque el clima en las tribunas distaba mucho de la serenidad, el hombre, claramente golpeado por el descenso de su escuadra, explicaba a quien quisiera escuchar que la situación estaba controlada.

París, calor y nobleza
A pesar de que el clima estaba algo tórrido y se notaba la ausencia de aire acondicionado –que en París es rara avis–, la comida que Archibaldo Lanús organizó en el Cercle de Union Interalliée a sus amigos parisinos no presentó bajas. Una treintena de invitados se ubicaron en tres grandes mesas que el ex embajador denominó: Patagonia, Pampa y Selva. Entre los invitados estuvieron Federico Espínola, Sebastian Moss Santamaría, Elsa Dodero, Philomena D’Arenberg, Thibault de Montegu –el heredero de editorial Gallimard casado con la argentina Sofía Achával– y un listado de personajes de linaje aristocrático: los condes de Ribes, los de Rohan Chabot, la condesa Marie Laure Fels, la baronesa Puya Hottinguer.

Todo pasa
Este es un año en el que Martín Palermo cerró su ciclo profesional con la cancha llena, un récord de goles y la reconfirmación del afecto incondicional de la hinchada. También es muy probable que antes de que comience la feria judicial, el jugador cierre otro ciclo: el de su divorcio con Lorena Barrichi; trámite que él mismo inició en 2008. Después de varios cuestionamientos por parte de ella, que incluyeron demandas penales por evasión fiscal y administración fraudulenta –de las que fue sobreseído–, sólo resta resolver el tema de los bienes conyugales. Pero ambos están más tranquilos tanto que Lorena regresó esta semana feliz de su viaje a Nueva York con su novio el empresario Andrés Carzolio.

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