La falta de conducción interna en el FPV, después de la desaparición de su mentor y único sostén Néstor Kirchner, viene siendo cada vez más evidente. El último escándalo en Diputados, dejó al descubierto la inoperancia de quienes están desorientados e improvisan medidas que solo podía aplicar el ex Presidente, sin que se le escaparan detalles.
La diputada nacional por Santa Cruz, Elsa Alvarez (UCR) encendió la mecha de una bomba que amenaza con manchar a medio mundo en el oficialismo, pero a su vez, tal como sucedió con sus pares que también denunciaron aprietes y compra de voluntades, son parte del desmanejo o manejo improvisado que hacen quienes quedaron después de Kirchner, a cargo de las “operaciones políticas” que les quedan grandes en el talle de sus nuevos trajes de “operadores” del FPV. Desde el entorno dicen resignadamente: “ hacen lo que pueden…”
Puntualmente en el caso de la legisladora provincial, OPI está en condiciones de señalar que la diputada recibió las llamadas de José Ramón “Bochi” Granero, del Intendente de Puerto San Julián (Santa Cruz) Nelson Gleadell y del ministro Julio De Vido, a través de uno de sus secretarios.
Las fuentes le señalaron a esta Agencia que tanto Granero como Gleadell “ la llamaron para “ablandarla”, porque son del mismo pueblo y pensaron que de esta manera Elsa iba a tomar otra postura distinta ”, remarcaron; sin embargo la denuncia pública que hizo la diputada en la sesión, comenzó a generar un tembladeral político que llegará (al menos en este caso) a la oficina del Ministro de Planificación.
Fracasadas las dos instancias anteriores, para que Alvarez se levantara de la sesión, la llamada final la hizo un Secretario de De Vido quien tenía como objeto pasarle la comunicación directamente a su jefe, momento en que la diputada cortó, alertada de la verdadera intención que tenían los “operadores” del FPV. En este punto la legisladora radical apagó el aparato, tomó la palabra y, sin dar nombres, lo denunció en el recinto. En las próximas horas, ante la Comisión de Asuntos Consitucionales de la Cámara, a cargo de la diputada Caamaño, Alvarez tendría que decir quiénes la llamaron.
Es sabido que la diputada ha mencionado tres llamados pero solo de dos personas, lo cual implica que una de esas personas (en apariencia el mismo, Granero) se habría comunicado dos veces con la legisladora. Una ratificación de fuentes, señaló que no es así.
¿Por qué Álvarez no menciona a Gleadell, entonces?. Algunos sostienen que la diputada no involucró al Intendente dado que podría dañar la institucionalidad del gobierno municipal de su ciudad y porque en todo caso Granero, es funcionario nacional y no lo afectaría de la misma manera.
El pastorcito mentiroso
Juan Ramón “Bochi” Granero, proveniente del MID, fue uno de los más críticos de la gestión gubernamental de Néstor Kirchner en Santa Cruz, hasta que obnubilado por el carisma del ex Presidente y tal vez muchos cientos de cosas más, un día saltó la cerca y nunca más volvió a hablar mal de su otrora archienemigo. Estuvo como Interventor del PAMI, de donde fue “renunciado” bajo sospechas de corrupción y luego pasó a ocupar la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico, donde se dieron situaciones confusas como el hallazgo de estupefacientes ocultos en una camioneta del organismo.
En 1987 fue el factotum del triunfo del gobernador Del Val a quien acompañó hasta el momento del juicio político. Del Val se fue pero Granero lo sobrevivió un tiempo, a pesar que como compañero de fórmula tendría que haberse ido en esa oportunidad. En 1991, dos días después de hacer un encendido discurso en la inauguración de sesiones de la Legislatura provincial y agradecer a Domingo Cavallo y al gobierno nacional, renunció a su cargo.
A partir de allí Granero se retiró para ejercer una oposición descarnada contra quien había pasado a ser su archienemigo: el matrimonio de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Allí comenzó a generar una “oposición literaria”, como lo llaman aún hoy viejos conocidos del “Bochi” y fue el autor intelectual de un semanario denominado La Tarde, que con pocos recursos y encendidas críticas hacia la gestión y persona del ex presidente fallecido, inundaba las calles de Río Gallegos todos los sábados teniendo como columna central, la opinión de Granero que escribía barbaridades en contra del entonces Gobernador, bajo el alias de “ El pastorcito mentiroso”. Un buen día las críticas desaparecieron y luego de un liffting político, Granero apareció como funcionario del FPV y hoy es un devaluado vocero de las operaciones inconfesables del oficialismo.
Quienes conocen su desplazamiento en los círculos íntimos del poder lo señalan como una persona con tendencia a explorar la noche porteña y lo mencionan como socio de su hermano Carlos que tiene el café Moliére en San Telmo. Las fuentes indican que “Bochi” tendría participación en algunos negocios de Puerto Madero, donde las parrillas, las inmobiliarias y el Spa Colmegna son frecuentados (entre otros carísimos lugares) por el viejo opositor desarrollista del desaparecido ex presidente.
El Almirante Nelson
Nelson Gleadell, por su parte, es el Intendente de Puerto San Julián, localidad a unos 500 kms de esta capital y donde como jefe comunal renovó mandato, a pesar de las fuertes críticas que se levantan desde sectores locales sobre la forma que tiene de conducir la política de su pueblo. Acusado de nepotismo, autoritarismo, manejo discrecional del poder y señalado como beneficiado por el desarrollo de la actividad minera desde hace varios años, dado que Cerro Vanguardia (donde su hermana Georgina Inés Gleadell fue nombrada como miembro integrante del directorio de la Empresa FOMICRUZ) es el yacimiento que creció a la par del desarrollo comunitario, éste funcionario político constituye lo que diéramos en llamar “ La liga de los Intendentes”.
Esta “liga” está formada por los Intendentes de zona norte con directa llegada a la oficina de Julio De Vido. Cuando Kirchner vivía, los Intendentes como Gleadell, Fernando Cotillo (Caleta Olivia), Teodoro Camino (Las Heras), Guillermo Bilardo (Perito Moreno), Osvaldo Maimo (Pico Truncado) u Oscar Sandoval (Los Antiguos), viajaban en conjunto a Buenos Aires a gestionar inversiones en su comunidad o bien lograr subsidios o financiamiento para sus respectivas comunas.
Gleadell, de fuerte vinculación con el gobierno nacional, viajó en el 2008 a El Vaticano, junto a toda su familia y besó el anillo del Papa a quien le contó que en su pueblo habían reconstruído una réplica de la “Nao Victoria” y esperaban su bendición. A la vuelta y como forma de comunicarle a la gente que su viaje había sido más una “cuestión de Estado” que de placer, anunció exultante, que había logrado invitar al jefe de la Iglesia, Benedicto XVI, a visitar San Julián, tierra de gran importancia dentro de la historia de la evangelización conquistadora, y que el Papa se comprometió a concretarlo en el año 2020 (¿?).
La diputada Alvarez es oriunda de San Julián. Las fuentes indican que no es coincidente que quienes la hayan llamado sean Granero y Gleadell dos vecinos de San Julián y si se quiere conocidos desde siempre. “ De Vido ha pensado que a través de ellos era más fácil entrarle a esta mujer de la oposición y ante el fracaso de ellos, intentó conectarla personalmente a través de su secretario”, remarcaron desde el entorno.
OPI trató de comunicase con la diputada para que rectificara o ratificara lo obtenido por fuentes propias, pero su Jefe de Prensa señaló que la legisladora se sentía muy asediada por la prensa y por tal motivo tenía el teléfono desconectado.
Fuente: Agencia OPI Santa Cruz.
