Humanos de criadero. Serpientes trajeadas. Robots sensibles. La cultura tecno renovó monstruos. Su piratería comunica estragando a placer. ¿A qué nuevo timo lleva la cultura tecno? Primero a descerebrar. Hamlet ya sabe que lo "nosieron". Su pregunta bajó de rango. Ya convertido en periférico manual del celular su duda mayor es de cuarta.¿Atender o no atender?
La vista gorda oficial y la "letra chica" contractual lo tienen de rehén. Pero no por mucho tiempo. La resistencia crece y desnuda las trampas. Se vienen los piqueteros digitales y aprontan apagón de celulares. Lo programan por dos días contra desborde de tarifas. En USA fue de 5 días y la ganaron.
También habrá protestas en plazas argentinas este martes por un Oscuro manotazo de Claro: vender y cobrar como ilimitado un servicio de internet que retiene en pijoteros 750MB. Se veía venir. Colón, Cortés, fueron pioneros. Todo progreso viene revuelto y hasta los más adultos reaniman su infancia inercial.
La maquinaria mercantil es genial y sorbe el seso al más pintado. Sus popes son muy sensibles y ya alertados de que saltó la liebre armarán su timo de recambio. La especie paga caro pasarse de mambo en la velocidad del cambio cultural. En esto, los primos Neandertales eran más "cultivados". Evitaban el invierno. No dependían de Garbarino. Iban detrás del sol y los frutos de cada tiempo. Esto en algún momento se derrumbó. Y después no hablemos. Y ahora a superar el disloque.
Todo viene cambiado. Hasta la lucha por el medio ambiente está infiltrada y en Copenhague arderá Troya en diciembre. Con lo digital flamante sobran plagas. Palabras estrujadas. Bobadas en auge. Teóricos de bolsillo. Euforia por la cáscara. Portavoces "untados" que aplican el discurso erótico de los gurúes brasileños. Una cosa es la Evolución antibabel de Internet, democrática de Wikipedia, social de Redes y otros fabulosos aportes que alientan la esperanza en que una época nueva ya empezó. Pero que habrá que acompañarla no con los dedos sino con las neuronas.
Si dejamos que al socaire de estas maravillas nos embuchen como al pavo nos tendrán que dar cuerda para poder pensar. Bastará una campaña piola y por solo dos pesos habrá programas Neocórtex que cambiarán la lógica y Límbicos que agenden y ecualicen la emoción (efecto ya in progress).
Vaya que le costó despegar al pulgar y fundar la cultura para acabar hoy en percutor pulgarcito de un teclado que termina sorbiéndole el seso (y el sexo) Los cinco sentidos están en bancarrota. Un Neandertal olía a su fémina a 20 millas. Cuando asomaba un Cromagnón el león metía rugido en bolsa. La capacidad craneal de aquellos choznos era mejor que la nuestra. Y las paleolíticas caderas de sus mujeres más anchas y aptas para parir sin dolor.
Al primate humano macho de hoy lo están transformando en mero pollo que corre y picotea sin pausa en la cinta sinfin mientras los anabólicos le inflan pechugas y pezones. Así de igual hipoteca su lengua. Y su pasión. Tanto que cambia un espontáneo “Te quiero un montón" por frígido telegrama "TQM" (Y esto, así,va de popa).
(*) Especial para Perfil.com