Cristina Kirchner arranca su último año de gestión con una lista de temas pendientes que marcarán la agenda de los próximos meses. El eje estará especialmente puesto en la negociación con los fondos buitre y la pelea abierta con sectores del Poder Judicial, mientras que las definiciones sobre los apoyos electorales y una eventual postulación prometen quedar flotando hasta el cierre de listas. En el combo a resolver también se incluye la batalla con el Grupo Clarín, la recesión económica y la reforma a los códigos Penal y Laboral.
En el plano económico, la mira estará puesta en si se resuelve, y cómo, el conflicto con los fondos buitre. Superado el plazo de vigencia de la cláusula RUFO, ahora el Gobierno puede ofrecer en la negociación más de lo que le pagó a los bonistas que entraron al canje de la deuda. La necesidad de divisas, probablemente, marcará el pulso de esa disputa. Por las declaraciones que ya se escucharon desde el oficialismo, se descuenta que el final de la novela, cualquiera sea, será presentado como un triunfo.
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El manejo de la macroeconomía también será un punto clave en el último año de Cristina, y marcará la suerte de quienes intentan sucederla en el cargo. El año 2014 cerró con la economía en recesión y pérdidas de puestos de trabajo, según la información que difundió el propio Indec. Y con una inflación, según mediciones privadas, cercana al 40% anual. Ese contexto marcará las paritarias los primeros meses de 2015, que serán otro capítulo clave para la Presidenta. Justicia. En el plano político, los focos vienen apuntando sobre todo a la pelea abierta entre el kirchnerismo y el Poder Judicial. Las vicisitudes del caso Hotesur, sumado a las derivaciones que pueda tener la investigación en Estados Unidos por la ruta del dinero K (atado a lo que pase con los fondos buitre también), marcarán la agenda. Además, seguirán avanzando las causas que involucran a funcionarios, y sobre todo los dos procesamientos de Amado Boudou. En ese escenario, la Presidenta deberá postular a un sucesor de Raúl Zaffaroni en la Corte Suprema, tema que será motivo de debate con la oposición en el Senado.
En el plano judicial también transitará la batalla con el Grupo Clarín, que el Gobierno parece haber decidido mantener en agenda hasta el final de su mandato. La Afsca rechazó el plan de adecuación del multimedio, que implicaba dividirse en seis unidades, e impulsó una adecuación de oficio, que terminó trabada en la Justicia con una medida cautelar. Con la nueva ley Argentina Digital, con la que las telefónicas ingresan al negocio de la televisión, la situación se embarrará mucho más.
La campaña electoral, sin dudas, acaparará gran parte de la agenda 2015. En ese sentido, Cristina deberá resolver si elige impulsar a un candidato propio o decide dar libertad de acción dentro de las primarias del Frente para la Victoria. Por otro lado, hasta el cierre de listas el oficialismo podrá jugar con la idea de una postulación de Cristina como candidata al Parlasur. El 20 de junio se resolverá esa incógnita que podría generar un vuelco en el panorama electoral.
En el mundo legislativo, el oficialismo nunca se destacó por anticipar los temas que buscará imponer. Pero, por el momento, se sabe que para el Gobierno quedaron pendientes la reforma de dos códigos: el Penal y el Laboral. El primero es el que más complicaciones podría generar, por tratarse de un tema sensible en medio de una campaña electoral.
