Cuando estalló el escándalo con Sergio Schoklender, la primera reacción del Gobierno fue proteger a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y soltarle la mano, al menos en público, al ex apoderado de Sueños Compartidos.
Sin embargo, pocos creen que en los hechos haya una intención real de dejar aislado a Schoklender, mucho menos al saber que Norberto Oyarbide tendrá en sus manos el caso en la Justicia.
¿Qué es lo que sabe Schoklender como para pasearse tan tranquilo por los medios? La relación del abogado con el Gobierno fue, siempre, muy fluida.
Si bien la oposición apunta con todo contra el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, el que ponía la última firma para que giraran fondos a la Fundación de las Madres no era él sino el segundo del ministro Julio de Vido, José López.
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