POLITICA
agenda en nueva york

Luego de las tensiones, la Presidenta y Obama van a coincidir en la ONU

Ambos hablarán el miércoles ante la Asamblea de las Naciones Unidas. La delegación argentina llevará su prédica contra los fondos buitre.

Escenario. La Cancillería, encabezada por Héctor Timerman, podría plantear el conflicto por la deuda en el Consejo de Seguridad.
| Cedoc Perfil

La presidenta Cristina Kirchner tendrá esta semana una alta exposición en las Naciones Unidas, y buscará capitalizar su intervención con la vista puesta en la situación del país. Presentará, como cada año, la postura argentina en la apertura del período de sesiones de la Asamblea General. También tendrá un espacio más exclusivo, porque el mismo día –jueves 24– participará por la tarde de la sesión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Allí, la Presidenta coincidirá con el presidente norteamericano, Barack Obama, en un momento de alta tensión por los roces con la embajada en Buenos Aires y la denuncia de un “plan de cinco puntos” para desestabilizar la economía argentina, realizada por la mandataria el jueves.

Todo indica que la voz argentina priorizará en su discurso el tema de la deuda. Se especula, incluso, con que la Presidenta intente colar la cuestión en la reunión del Consejo de Seguridad. La carta fundacional de las Naciones Unidas y, más aun, los usos y costumbres del organismo multilateral excluyen ese tema de la competencia del Consejo.

Diplomáticos con experiencia en este foro evaluaron, ante la consulta de PERFIL, que si Argentina desea dar nuevos aires al proceso para crear una convención sobre “la reestructuración de deudas soberanas” –que se inició gracias a los 123 votos positivos, las 41 abstenciones y los 11 votos en contra el pasado 9 de septiembre–, deberá mostrar disposición a atender los intereses de otros países en un foro tan importante como el Consejo de Seguridad, antes que intentar colar allí un tema propio reñido con la agenda de temas del organismo.

A pesar del apoyo mayoritario, gracias a los países en desarrollo que integran el G77 más China, la totalidad de la Unión Europea, el Nafta y los países desarrollados que integran la OCDE no dieron un voto positivo. Sumarlos será clave para que se alcance una convención que influya sobre la realidad mundial y no sea una mera declaración de principios, más allá de que no existan posibilidades de que influya sobre los problemas actuales de la Argentina.

Discurso y G20. La Presidenta ya comparó en cadena nacional la embestida de los fondos buitre con los “misiles que caen en Gaza”, tal vez un anticipo de lo que dirá esta semana en las Naciones Unidas. De ser así, su mensaje estará más inclinado a lograr eco en los medios locales que en ampliar la influencia del país en el foro internacional.

Antes de fin de año, el Gobierno contará con otro escenario internacional: la reunión del G20 que se realizará en Australia el 15 de noviembre.

Este foro es un espacio consensuado para las discusiones sobre la deuda, a diferencia del Consejo o la Asamblea, pero allí se prevé un debate sobre las instituciones financieras internacionales, no una pormenorizada discusión sobre los padecimientos argentinos. Otra vez, los antecedentes no son positivos. Porque la Presidenta ya utilizó este foro para mostrar una posición de dureza frente a los países desarrollados al hablar más minutos que los previstos y sobre temas que no estaban en la agenda consensuada.