El macrismo termina de escribir el borrador de una ley para hacerse cargo de los subtes, que significará un acuerdo con la Nación en lo que refiere al traspaso de la administración del servicio. La iniciativa tiene tres ejes: un nuevo esquema impositivo, reasignaciones presupuestarias, y un nuevo aumento en la tarifa. Todo esto será necesario para cubrir los $ 1.200 millones que cuesta sostener la red sin los subsidios, que se cortarán a partir de enero.
Un tema clave del plan será la tarifa: el macrismo prepara un plan por el cual el boleto del subte podría subir entre $ 3,50 y $ 4 en el marco de un incremento previo del boleto de los colectivos urbanos, que alcanzaría los $ 2, como mínimo, a partir de diciembre. Esto ayudará a que se desacelere la migración masiva de pasajeros del subte a los colectivos, que empezó en enero con el último aumento (por día viajan unas 300 mil personas menos en subte). Precisamente por esto último, el macrismo decidió no subir el precio del boleto de subte al su tarifa de “equilibrio”: $ 6.
En lo que refiere al nuevo esquema impositivo, el Gobierno porteño baraja un abanico de opciones para tener asegurado un plan de financiación. Una de ellas es subir los fondos que aporta la empresa AUSA (autopistas urbanas) para la red, hoy de un 5% de todos sus ingresos, lo que llevaría a un aumento de los costos del peaje o a la suspensión de obras.
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