Bajo las premisas de abrir el diálogo y, sobre todo, generar un marco de gobernabilidad, Mauricio Macri recibió ayer a los ex candidatos a presidente que compitieron con Cambiemos en octubre.
En un raid de reuniones, recibió a Daniel Scioli a media mañana, luego a Sergio Massa, Margarita Stolbizer y Adolfo Rodríguez Saá.
Además de un gesto político inédito, en especial tras 12 años de kirchnerismo, el objetivo central fue comenzar a delinear acuerdos que permitan destrabar el complejo Congreso con el que se encontrará el presidente los próximos dos años.
“Les pedimos apoyo para que sus diputados y senadores cercanos trabajen con nosotros en el paquete de medidas que vamos a ir presentando en el Congreso”, apuntó a PERFIL una alta fuente de la Casa Rosada.
El nuevo gobierno carece de mayoría propia en el Parlamento y necesita aliados para cualquier proyecto que pretenda aprobar. De ahí la decisión, adelantada ayer por este diario, de no convocar a sesiones extraordinarias en el verano y esperar a marzo.
En el paquete de leyes que Macri desea enviar al Parlamento se pueden contar la reforma electoral, que incluye el voto electrónico, la unificación del cronograma de votaciones en todo el país para 2017; la creación de una Agencia Federal de Lucha contra el Narcotráfico (un FBI local), una nueva ley de Coparticipación Federal, la reforma del Indec, y la ampliación de la Asignación Universal por Hijo, la creación de una Agencia Nacional de Evaluación Educativa, entre otros proyectos en carpeta.
A todos los ex candidatos les planteó, de forma general, colaboración en lo que considera un momento de “transición” y “cambio”.
Con Scioli. El ex candidato del Frente para la Victoria fue el primero en llegar, pasadas las 10.30. El encuentro fue en el salón Eva Perón, en el primer piso de la Casa de Gobierno. Junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, al ministro del Interior, Rogelio Frigerio y al titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, charlaron por casi una hora. Hubo “buena química” y “muchas coincidencias”. Se sabe: Macri y Scioli se conocen hace más de 20 años, son amigos y sólo cortaron sus charlas telefónicas en la campaña de 2015.
Tras la reunión, el ex gobernador bonaerense ratificó su “espíritu de colaboración” hacia el nuevo gobierno y dijo haber entablado un “diálogo constructivo” con el líder del PRO. Fue un gesto para desmarcarse de Cristina Kirchner y el kirchnerismo ortodoxo, con la vista puesta en el futuro del PJ (ver página 4).
Por su lado, Frigerio informó que Scioli le llevó al Presidente su agenda de propuestas que había realizado durante la campaña electoral, entre ellas la del 82% móvil para las jubilaciones mínimas, idea que Macri se comprometió a analizar. Hoy, creen en el PRO, no están dadas las condiciones, pero el Presidente le dijo al ex gobernador: “Tenemos que tender hacia eso”.
Con Massa. Tras varios coqueteos, se reunieron por la tarde. Rápido de reflejos, el líder del Frente Renovador le acercó un paquete de leyes y puso sus equipos técnicos a disposición del nuevo gobierno. Acaso la llegada de Adrián Pérez (diputado por el FR) al Ministerio del Interior sea la punta de lanza para otros acuerdos a futuro. Entre las inciativas: la Ley del Arrepentido y la de extensión de dominio para narcotraficantes y corruptos para que el Estado se pueda apropiar de sus bienes. En ambos casos, Macri se mostró de acuerdo.
En este marco, Frigerio destacó que hubo “grandes coincidencias en muchos temas”, como la lucha contra el narcotráfico y la corrupción.
Con Stolbizer y Rodríguez Saá. Macri, finalmente, estuvo con Margarita Stolbizer, quien se comprometió a “colaborar” con el nuevo gobierno desde el Congreso aunque descartó ocupar un cargo. Por su parte, Adolfo Rodríguez Saá se ofreció a colaborar en una nueva Ley de Coparticipación. Los senadores que responden al puntano pueden resultar determinantes en la Cámara alta para las disputas por venir.
Congreso y ausencia. En el macrismo creen que será vital el rol de los ex candidatos en ambas Cámaras (dos de ellos son diputados, y otro senador). “No queremos desperdiciar los llamados a sesión, si hay necesidad lo va a hacer el Ejecutivo, pero vemos que hasta febrero no vamos a necesitar del Congreso. Preferimos que sea todos más consensuado, y eso necesita tiempo”, explica otra de la fuentes PRO.
¿Y el kirchnerismo ortodoxo, que faltó a la Asamblea Legislativa, encabezado por La Cámpora? “Tengo confianza que vamos a establecer un diálogo a la altura de las circunstancias y de lo que está pidiendo el país”, apuntó Monzó a PERFIL.
El único candidato ausente fue Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda. En una carta adujo que descreía de “el objetivo de presentar como “dialoguista” a un gobierno que se prepara para aplicar un ajuste.
