El presidente Mauricio Macri salió ayer al cruce de las declaraciones del senador peronista Miguel Pichetto sobre los inmigrantes. Durante un acto en Córdoba, el jefe de Estado resaltó el aporte que hacen a la Argentina las distintas corrientes inmigratorias.
Pichetto, polémico, había criticado a las comunidades paraguaya, boliviana y peruana. El Inadi adelantó que accionará contra el senador por sus dichos, a lo que él contestó: “Durante todo noviembre, el Hospital Rivadavia está lleno de paraguayos”.
Para contrarrestar las declaraciones de Pichetto, Macri ejemplificó: “Córdoba fue regada por esta inmigración piamontesa, que generó esta locura por el hacer en cada rincón, pero esto mismo pasa en todo el país, con distintas corrientes inmigratorias que tuvimos después de la Segunda Guerra”.
El legislador del FpV-PJ había reabierto el debate acerca de si los extranjeros deben pagar la educación pública en el país. “Argentina tiene universidades públicas a las que acceden los extranjeros, debería haber un mecanismo de compensación”, consideró.
Las declaraciones de Pichetto desataron la ira de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien en términos no muy amables le pidió la renuncia al legislador. “Renunciá si tenés pelotas”, lo intimó.
“Tenemos que dejar de ser tontos. El problema es que siempre funcionamos como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú”, había dicho el titular de la bancada del FpV-PJ en el Senado.
Carta Abierta también proclamó su rechazo con un texto muy duro. El grupo de intelectuales K escribió: “El senador Pichetto, a su turno, hablando de resacas poblacionales, no pertenece al partido de gobierno, pero por su boca expele la globalización a martillazos, ofreciéndose como guardián exaltado del parque temático del macrismo”.
El senador, que recibió reclamos para que abandone la titularidad del bloque, calificó de “absurdas” las denuncias en su contra, y pidió más controles fronterizos y compensaciones de los países limítrofes.