Desde el oficialismo, no todas son malas para los sindicatos. El Gobierno tiene, en un listado reservado, a aquellos que vienen cumpliendo con los objetivos trazados. Por caso, aquellos que impulsaron cambios en sus convenios colectivos de trabajo (muchos son de la década del setenta y ochenta).
En este marco, la primera semana de febrero el presidente Mauricio Macri podría darle el primer “mimo” a un gremialista tras los escándalos sucesivos que comenzaron con el Pata Medina, de la Uocra La Plata. En este caso, se trata de los petroleros que están terminando de cerrar una revisión de su convenio colectivo de trabajo, y que podría ser presentado en Casa Rosada con la presencia del jefe de Estado.
Quien está detrás de esos cambios es el secretario general de la Federación Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPeH), Antonio Cassia, un hombre decisivo para las inversiones de YPF. De la mano de Jorge Triaca, el ministro de Trabajo, la SUPeH aceptó modificar su convenio en temas clave como:
• Se agregan variantes vinculadas al cambio tecnológico y a los servicios
• Mejora de las playas
• Se actualiza el régimen para el funcionamiento de las destilerías
• Se cambia el formato de contratación de personal y su estructura.
La Federación SUPeH, desde la llegada del macrismo al poder, se mostró muy cercana a las 62 Organizaciones que encabezaba Gerónimo “Momo” Venegas y al grupo de “los Gordos”, donde descansó parte de la estrategia política oficialista en estos dos primeros años de Macri en el poder. En el macrismo hoy ven a “los Gordos” como cercanos (Armando Cavalieri, de Comercio; Héctor y Rodolfo Daer, de Alimentación y Sanidad, entre otros), también a las 62 Organizaciones (hoy con Ramón Ayala al frente), a los gremios vinculados a la energía y a algunos de los transportistas.
De hecho, los petroleros han sido, para el Gobierno, uno de los primeros sectores que se sumaron a la actualización de los convenios. Pero no fue el único. Entre otros, los empleados ferroviarios, los trabajadores de la pesca, de la madera, y hasta el sindicato del sector de la leche están cambiando sus marcos legales. Según plantean en el Ejecutivo, esto permite mejorar el nivel de producción, una de las obsesiones del oficialismo.
También se viene un largo debate sobre el área de logística y transporte de carga que, por supuesto, tendrá en la familia Moyano un actor clave. Por lo pronto, Hugo ya dio su aval a flexibilizar el convenio laboral de OCA, la empresa postal que trata como si fuera propia. También el sindicato de Televisión podría sumarse a esta lista.