En su vida privada, Mauricio Macri le dedica tiempo a una sola mujer: María Laura Groba, más conocida como “Malala”. En la vida política, en cambio, terminó 2008 y comenzó 2009 tironeado por dos mujeres que condicionaron sus últimos actos. Por un lado, su vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, y por el otro, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Ante ese panorama, el jefe de Gobierno porteño decidió tomarse unos pocos días de vacaciones para pasar el Año Nuevo en Punta del Este acompañado, como no podía ser de otra manera, de Malala.
El verano pasado, Macri decidió no tomarse vacaciones y prefirió dedicarse full time a su flamante cargo como jefe de Gobierno. Esta vez, aprovechó para escaparse por cinco días. Llegó a la ciudad uruguaya el 31 de diciembre a la tarde en un vuelo privado de MacAir, visitó la residencia de su padre, Franco, y luego se cruzó a su casa del complejo Manantiales. Pasó un par de horas en la pileta, leyendo una novela, y luego partió preparado para jugar al golf y al tenis. A la noche, recibió el año 2009 en casa de Macri padre. Ayer al mediodía, en compañía de su novia, bajó a la playa. Estuvo un par de horas, pero no pareció desconectarse: leyó el diario y estuvo gran parte del tiempo hablando por teléfono.
Gaby, la macrista. Una de las mujeres que más acorrala a Macri es Michetti. La vicejefa de Gobierno porteño se anotó un poroto a fines de 2008 cuando su jefe político debió dar marcha atrás con el convenio que había firmado con el Ejecutivo nacional para la distribución de las ganancias que deja el juego en la Ciudad de Buenos Aires.