El presidente Mauricio Macri partió desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en un vuelo de Alitalia con destino a Roma, para encontrarse con el Papa Francisco este sábado por la mañana.
El encuentro se da en un marco de signado por la frialdad en la relación entre el Jefe de Estado y el Sumo Pontífice por un presunto distanciamiento generado por diferencias políticas.Bergoglio no felicitó a Macri cuando ganó las elecciones presidenciales e incluso, en un gesto que generó polémica, le envió un rosario bendecido a la dirigente social K, Milagro Sala.
Por otro lado, en 2009, Macri no apeló un fallo judicial a favor del matrimonio de una pareja del mismo sexo. El jefe de Gobierno porteño en ese entonces le pidió una audiencia privada a Bergoglio, en la que el purpurado acusó a Macri de haber faltado “gravemente a su deber de gobernante y custodio de la ley”.
Más adelante, en 2012, volvieron a chocar por la reglamentación de un protocolo hospitalario para facilitar los abortos no punibles. “Así se amplía la despenalización del aborto cediendo a la presión del fallo de la Corte Suprema”, le reprochó Francisco.
Uno de sus últimos contactos fue el pasado 17 de diciembre de 2015, cuando Macri llamó por teléfono al Papa para felicitarlo en el día de su 79 cumpleaños. Se trató de una conversación "personal" y no relacionada con lo institucional, por lo que no se informó si el Sumo Pontífice finalmente felicitó al jefe del Estado a 7 días de asumir la primera magistratura.
En contraposición, la vicepresidenta Gabriela Michetti asegura tener una relación óptima con el Papa, a quien considera su “gran guía espiritual”.