El cambio de época tendrá esta semana un ejemplo de los nuevos aires que sobrevuelan en Comodoro Py. La semana judicial comenzará con la indagatoria de Lázaro Báez en el juicio por el direccionamiento de la obra pública; seguirá con la de la titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, frente al juez Luis Rodríguez; y continuará con la audiencia de la defensa de CFK ante Casación por Cuadernos de las coimas, para revertir su procesamiento en el caso.
Los nombres, que en el escenario político están en las antípodas, tienen un punto en común a la hora de ser alcanzados por la Justicia. Sin embargo las consecuencias sobre unos u otros podrían ser distintas por los recientes límites a las prisiones preventivas, una decisión que eventualmente podría beneficiar a los macristas involucrados en causas judiciales.
La presentación de Alonso será apenas ocho días después de la del ex ministro de Energía de Cambiemos, Juan José Aranguren. Si bien ni Alonso ni Aranguren son los primeros macristas en quedar involucrados en causas judiciales, los tiempos de sus convocatorias parecen demostrar que los plazos comienzan a acortarse a la hora de rendir explicaciones.
En Cambiemos ya hay un primer ex funcionario procesado (Luis María Blaquier) y varios otros comprometidos por distintas imputaciones. Entre estos están el presidente Mauricio Macri, parte de su familia y Alonso, así como los ex ministros Nicolás Dujovne, Javier Iguacel y Guillermo Dietrich, entre otros.
Por el momento hay cautela en Comodoro Py cuando se los consulta por los nuevos alcances de las prisiones preventivas y las exigencias para hacerlas efectivas. Consultados sobre si creían que esto podría ser una suerte de “paraguas” para los funcionarios que se preparan para dejar el poder, la mayoría sostuvo que sí, pero se apuraban en aclarar que eran escenarios eventuales y, por ahora, lejanos.
De todos modos, la cautela se extiende en todos los sentidos. Afirman que hay muchos frentes en los que, cuando reciban información de distintos organismos que están hoy en manos oficialistas, podrían cambiar las situaciones. En ese caso, tener los nuevos lineamientos de las prisiones preventivas sí podría jugar a favor de los macristas.
Entre quienes se animan a leer en clave política están los más osados, que se arriesgan a mirar la moneda de negociación en la que pueden transformarse los últimos intentos del macrismo, en el Consejo de la Magistratura, de cerrar frentes a varios jueces que quizá deban tomar decisiones en expedientes que podrían complicar seriamente a los funcionarios.
Las “vedettes” de los delitos que involucran al gobierno actual son los conflictos de intereses. A la vez que se acumulan carátulas por incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos.
Bajo la lupa están gran parte de los negocios de la familia Macri, como Autopistas, Correo Argentino, Parques Eólicos y Avianca. También hay frentes por el Paseo del Bajo y hasta por los vuelos a Malvinas.
Cerca de ellos sostienen que están tranquilos y darán todas las explicaciones necesarias.
En Comodoro Py hay lecturas maliciosas acerca de que, si el frente del macrismo no es tan grande como el del kirchnerismo, es porque estuvo en el gobierno cuatro años y no doce.
