La Justicia federal y un sector del Gobierno apuran el cerco sobre Cristina Fernández de Kirchner. Los tribunales federales serán el escenario del intento de derrotar judicialmente al kirchnerismo y empujar a las denuncias para que alcancen a la ex presidenta.
Tras el fracaso en la misión de convencer a Lázaro Báez para que declare como imputado arrepentido y apunte a los “verdaderos dueños del dinero” que le endilgan haber fugado al exterior y blanqueado para justificar su origen, su hijo Leandro Báez llegó para dar vuelta el caso y poner a Cristina Kirchner en el centro de la escena.
Para alcanzar a la ex presidenta en la causa Báez esos sectores creen que deben ir primero por el juez federal Sebastián Casanello.
El camarista Eduardo Freiler, miembro de la Sala I de la Cámara Federal, es otro target clave, especialmente para el Gobierno de Mauricio Macri. Su rol es central para que esas decisiones judiciales en casos clave como Hotesur avancen o caigan.
El juez de la causa Báez recibió llamados y visitas de jueces, colegas y superiores, para discutir sobre la conveniencia de detener a Lázaro en abril. Pero no fue suficiente. La detención del empresario era un paso intermedio. Leandro Báez acusó a Casanello de haber acordado el destino de la causa con la ex presidenta y su padre. El viernes, además, lo denunciaron por un supuesto cohecho y una legisladora porteña pidió que lo investigue el Consejo de la Magistratura.
En las últimas semanas, la ex presidenta sufrió varios traspiés en los tribunales. Fue procesada por primera vez en la causa de venta de dólar futuro; será investigada por alquilar propiedades de su firma Los Sauces SA a Cristóbal López y Lázaro Báez; y lo más temido: el juez federal Claudio Bonadio pidió sacar del archivo la causa originada por la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por el supuesto pacto de la ex mandataria con Irán.
Casanello asumió como juez federal en diciembre de 2012. Cuatro meses después le tocó hacerse cargo de la denuncia contra Lázaro Báez por la ruta del dinero K. Desde entonces, se convirtió en el saco de box de un sector de los medios, de la política, el Poder Judicial y los servicios de inteligencia.
La embestida es comparable a la realizada por el kirchnerismo, con todo el aparato estatal a su servicio, contra el fiscal José María Campagnoli o contra el juez Claudio Bonadio.
¿Por qué no apuntar a las causas Hotesur o Los Sauces SA para llegar a Cristina Fernández? Son sin duda los expedientes que más la comprometen. Demuestra su vínculo directo con Lázaro Báez, negociaciones incompatibles -Aerolíneas Argentinas le alquilaba habitaciones al hotel de la Presidenta-, presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. La situación de Casanello podría repetirse once veces, una por cada uno de los jueces federales que habitan Comodoro Py 2002. Y sin embargo, no sucede.
La ex presidenta deberá rendir cuentas por su sospechoso patrimonio y por su vínculo con empresarios contratistas del Estado con los que sigue haciendo negocios.
Pero los sectores que apuntan a Fernández de Kirchner tienen prisa. Para la Justicia es una cuestión de autopreservación. Muchos jueces y fiscales durmieron durante años causas clave contra los Kirchner, contra el ex ministro Julio De Vido y otros íconos del poder ilimitado que parecía tener el núcleo duro del ex presidente Néstor Kirchner y los protegidos del ex número tres de la Secretaría de inteligencia -y número 1 en la realidad-, Jaime Stiuso.
Desde 2015 y con ritmo acelerado desde comienzos de año, la alianza se deshizo. Parte del Poder Judicial quedó en evidencia y ahora, muchos intentan remediar sus errores, como sea.
Casanello se siente blanco de un ataque
El juez Sebastián Casanello analiza una presentación judicial contra el periodista Eduardo Feinman, quien lo acusó por televisión de haber cobrado dinero para favorecer a Cristina Kirchner. Casanello reaccionó con “indignación” frente a la denuncia, según reconstruyeron sus colaboradores, y afirmó sentirse blanco de maniobras en los medios para separarlo de la investigación por la ruta del dinero K. Como lo expuso al rechazar la recusación de Leandro Báez, el juez sostiene que se vuelcan en los medios “rumores” para apartarlo. “El intento de deslegitimación mediática era una pata necesaria para preparar el terreno de esta maliciosa e infundada recusación”, había afirmado en su escrito. A lo largo de su presentación identificó las columnas de Carlos Pagni y el portal de noticias Infobae como los espacios donde, a su entender, se vuelcan las informaciones para separarlo del caso.