El presidente de Aerolíneas intentó poner algunos paños fríos en torno al escándalo con los pilotos agremiados en APTA, y el traspaso de los controladores aéreos a la órbita militar. En ese marco, pidió a los sindicalistas un alto en las críticas sostenidas hacia el estado de la compañía estatal de aeronavegación, y de su desempeño al mando de ella, particularmente.
“No nos cuestionen el norte de la empresa, no nos boicoteen”, pidió Recalde, en línea con los últimos mensajes públicos de la presidenta Crisitna Fernández deKirchner. “Les pedimos que nos dejen seguir”, insistió el directivo, en una entrevista realizada con canal 26.
“Este es un año muy difícil para la navegación aérea, por la suba del combustible”, explicó, al tiempo que remarcó el complejo cierre de año que tiene esta actividad a nivel nacional. “Aerolíneas canceló 3500 vuelos por el volcán Puyehue”, ejemplificó.
Sin embargo, el joven militante de La Cámpora elogió el estado contable de la empresa. “Aerolíneas Argentinas es rentable: tenemos el doble de aviones volando, y un cuarenta por ciento más de frecuencias”, remarcó una y otra vez. “De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), por cada peso que pone el estado, el PBI crece cuatro”, cuantificó Recalde, quien indirectamente hizo gala del apoyo de la Casa Rosada a su gestión. “La Presidenta no mira el balance de Aerolíneas. Mira el balance del país”, expresó.
Cruces con APTA. El presidente de Aerolíneas se refirió al conflicto con los trabajadores agremiados en APTA, bajo la órbita del técnico Ricardo Cirielli. “Cirielli pertenece a la CGT de Barrionuevo”, afirmó Recalde, como síntesis del posicionamiento político del sindicalista. “Nunca fue a los talleres ni lo vi con los trabajadores”, espetó.
“Los trabajadores no tienen la camiseta puesta. Muchos tienen tatuado el logo de Aerolíneas”, afirmó el directivo, con lo que trató de alejar a los empleados de la puja sindical interna que tiene en jaque a la empresa, y que provocó que el Ministerio de Trabajo solicite en la Justicia la quita de la personería jurídica de la agrupación.
“Esa es una decisión que tomo el Ministerio de trabajo, y que se ajusta a lo que dice la ley. Los que quedaron afuera de la ley son los del sindicato, que no aceptan una conciliación obligatoria”, concluyó.