El oficialismo salió a respaldar al vicepresidente Amado Boudou, que ayer quedó en el centro de la escena cuando el fiscal Jorge Di Lello formalizó un pedido de indagatoria en el marco del caso Ciccone.
“Es muy difícil opinar y eso lo resuelve la justicia. Yo a Amado lo banco mucho, lo quiero mucho y seguro va a salir absuelto, tengo toda la confianza, pero hay que dejar que la justicia actúe con total libertad", aseguró el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto.
Según el ex interventor del COMFER, la investigación en curso donde se buscan establecer negocios incompatibles con la función pública se encuadra en “una operación”. Mariotto aseguró que "no hay posibilidad de agarrarlo o de soltarle la mano porque es una cuestión judicial".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, también acompañó a Boudou: "Observamos que el Poder Judicial actúa en forma independiente en la Argentina y que existe el principio de presunción de inocencia. Reinvindicamos ese principio".
"Ha habido una sistemática persecución y linchamiento mediático respecto a cuál era la medida o decisión del fiscal actuante. Creemos, en ese sentido, que tanto el derecho a la legítima defensa como el principio de presunción de inocencia son inobjetables", añadió.
De acuerdo al diario La Nación, allegados al vicepresidente lo vieron ayer en el Congreso "apesadumbrado" por la decisión judicial. Según una fuente oficial consignada por el matutino, “hace tiempo que (Boudou) está soltado del Gobierno. Ningún juicio avanzó tan rápido y la decisión que hay es de uno mostrarlo más".