Sergio Massa siguió de cerca la Convención Nacional del radicalismo desde Chubut. El Frente Renovador apostó hasta último momento que el acuerdo entre el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Cívica de Elisa Carrió no saliera de la discusión de los congresales de ayer pero, finalmente, recibió un nuevo embate.
“Es malo, sin dudas”, resume uno de los operadores de Massa sobre la resolución radical. En octubre del año pasado, una foto con el senador radical Gerardo Morales (Jujuy) parecía una victoria del tigrense, que lograba ahuyentar el acuerdo con el PRO que el radicalismo ya había comenzado a cerrar, de la mano del titular del partido, Ernesto Sanz.
Las buenas noticias continuaron unas semanas más en las que Massa también se mostró con el senador Eugenio “Nito” Artaza (Corrientes), José Cano (Tucumán), Eduardo Costa (Santa Cruz), Ricardo Buryaile (Formosa) y Luis Naidenoff (Formosa).
Mientras Sanz y Elisa Carrió avanzaban con Macri, Massa aseguraba que él tenía “los radicales con votos”. Fueron semanas en las que el massismo buscó torcer el rumbo de la convención, pero el apoyo de estos radicales no le alcanzó para que el partido lo integrara en una gran interna.
Ahora, se esperanzan con lograr alguna sangría de dirigentes provinciales del radicalismo que les permita contar con estructura en las provincias en las que no cuentan con candidatos propios.
El problema principal de Massa es que ya no tiene tiempo de instalar postulantes propios antes de las elecciones, pero especula con una jugada de último momento. Analiza postular dirigentes de su propio espacio para pelear algunas gobernaciones y de esta forma –cree– poner en peligro el triunfo radical en algunas provincias históricamente gobernadas por el peronismo.
Desde el massismo, comenzaron a evaluar distintas posibilidades para contar con el acompañamiento radical y lograr acuerdos parciales en algunos distritos, más allá de la resolución nacional.
Como en varias provincias las elecciones no estarán unificadas con los comicios nacionales (serán antes de octubre), creen que los dirigentes locales no se verán obligados a jugar por el candidato de su partido y podrían acompañar a Massa. Las conversaciones volverán a comenzar.
Ayer, el tigrense prefirió concentrarse en la recuperación de Chubut por parte de Mario Das Neves. La postulación del ex gobernador, que formalizó ayer a pesar de los problemas de salud, le aseguraría un triunfo en este territorio.
Desde allí, prefirió no referirse a la convención radical y buscó meterse en la pelea que Daniel Scioli y Mauricio Macri pretenden polarizar: “Scioli dijo que su principal rival es Macri, mi principal rival es la inseguridad, inflación y los impuestos”, volvió a repetir el diputado del Frente Renovador.
