Desde Córdoba
Massa buscará acortar al máximo la diferencia con Mauricio Macri, para enterrar un escenario de polarización entre el candidato del PRO y Daniel Scioli. En las últimas semanas, el postulante de UNA recibió encuestas más alentadoras que la de los últimos meses, que lo ubicaban por debajo de los dos dígitos, y hasta se entusiasma con quedar cerca del 20% de los votos.
“Perdiendo por 5 puntos contra Cambiemos, festejamos”, dicen con optimismo en el búnker massista, quienes aseguran que Scioli se estancó, Macri bajó y Massa recuperó votos. Desde el entorno del tigrense corre el fantasma de experiencias anteriores en las que candidatos que no figuraron entre los dos primeros favoritos en las PASO terminaron perdiendo la mitad del caudal de votos en octubre.
Con un Massa en crecimiento, en el Frente Renovador aseguran que el escenario en el que el Frente para la Victoria gane en primera vuelta se desvanece. Sucede que el candidato opositor también cosecha votos del oficialismo. Ellos aseguran que pueden ingresar al ballottage y se resisten a creer que deberán inclinar la balanza para alguno de los otros dos candidatos. Adelantando que no se va a inclinar por ningún candidato públicamente, en elecciones anteriores Massa aseguró que “los votos no son de los candidatos, son de la gente”.
Su rival. Massa competirá en la interna de UNA contra José Manuel de la Sota, quien buscará dar el “batacazo”. El jueves De la Sota cerró su campaña en Córdoba capital, su principal bastión electoral, y aseguró que está “en su mejor momento” para conducir el país. El gobernador es consciente de que enfrenta un objetivo complicado pero se ilusiona con hacer una elección histórica en su provincia, obtener buenos dividendos en el interior del país y lograr seducir a los “peronistas puros” que no encuentren en el resto de la oferta electoral un candidato con este perfil.
Este no será el primer intento presidencial del cordobés. En 2003 apostó fuerte para que el entonces presidente, Eduardo Duhalde, lo eligiera como su candidato. Pero el bonaerense se terminó inclinando por Néstor Kirchner.
