“Maza precidente” (sic), grabó un feriante en el mate que le regaló a Sergio Massa en su primera incursión por la tercera sección electoral, bastión kirchnerista que el candidato a diputado desafía con arrebatar. Sin dinero para dejarle por el mate, fue el segundo postulante a diputado nacional del Frente Renovador, Darío Giustozzi, quien salió en su auxilio. Le dejó $ 100 al comerciante que grabó el jarro y le dijo: “Además de pagarte, te dejo seguir laburando acá” en referencia a las ferias que pocas veces el municipio clausura por venta de mercadería ilegal.
Sergio Massa cruzó ayer el límite de los territorios que domina para meterse en el Conurbano kirchnerista. Para ello, decidió entrar por Almirante Brown, distrito de Giustozzi. Massa llegó en combi hasta la avenida Donato Alvarez, límite entre Almirante Brown y Quilmes. Fue la primera medición del clima que lo adentraría minutos después en San Francisco Solano, comandado por el intendente kirchnerista, Francisco “Barba” Gutiérrez.
De acuerdo con los sondeos que maneja el intendente, este distrito sería uno de los que podría ganarle al kirchnerismo, ya que posee una intención de voto del 39,7% frente al 28% de Martín Insaurralde, postulante del Frente para la Victoria.
En la búsqueda de votos aceptó probar a las 11 de la mañana el locro de uno de los puestos de la feria y una empanada. A pocos metros, mientras se sacaba fotos, otra vendedora le gritó que pruebe las empanadas salteñas. “Me acabo de comer una tucumana”, le respondió. Pero la campaña y la tentación pudieron más, y terminó comiéndola.
Los comerciantes y visitadores le pedían fotos y le deseaban suerte. Los reclamos llegaban cuando asomaba el intendente. Giustozzi debió responder por las obras de asfalto inconclusas y por el reclamo del pago de salarios de una docente auxiliar.
Al lado de Massa también estaba Sergio Villordo, ex jefe comunal de Quilmes que saltó a la fama acusado de atropellar a un hombre que falleció y esconder el cadáver en una heladera. Mientras Massa continuaba sacándose fotos, Villordo –candidato a diputado provincial– y Giustozzi peleaban por cómo continuar la recorrida. El intendente de Almirante Brown quería pasar al centro de Quilmes y Villordo pretendía seguir en “el núcleo duro” del peronismo.
En tierra quilmeña, Massa se subió a un colectivo para escuchar los reclamos de los pasajeros. “Nos plantearon los problemas de la zona sur, que pongamos límites, que endurezcamos las leyes contra los delincuentes, que dejemos de tener una actitud flexible con aquellos que delinquen”, explicó el candidato. Massa había llegado a Quilmes con miedo de recibir insultos de militantes enviados por el intendente. Sin embargo, después de dos horas de recorridas dejó el distrito sin haber recibido agravios y sin que el jefe comunal K le ensucie la primera recorrida por el Conurbano kirchnerista.