Faltan 3.900 horas para las elecciones primarias del 9 de agosto. Ese es el tiempo que Sergio Massa cree que le queda para revertir las últimas semanas cargadas de malas noticias. Sin embargo, los más optimistas del Frente Renovador aseguran que necesitan muchas menos horas para lanzar el contraataque que llegará en las próximas semanas con el que apuntarán a Mauricio Macri.
La alianza del senador santafesino Carlos Reutemann y del intendente Gustavo Posse, con el jefe de Gobierno porteño, la difusión de encuestas que posicionan a Macri como el mejor candidato a presidente de la oposición, el frustrado acuerdo con Fernando “Pino” Solanas, y la instalación de que debe bajar su candidatura presidencial para postularse a la Gobernación bonaerense, preocuparon al tigrense, quien deberá volver a conquistar la escena electoral.
“Esto no nos quebró, como a Mauricio tampoco lo quebró nuestro acuerdo con los radicales Gerardo Morales y José Cano. Es muy difícil que se pueda dar un golpe de nocaut en esta elección”, analiza uno de los hombres más cercanos al ex intendente y repite una frase de Nietsche demasiado trillada en la política: “Lo que no mata, fortalece”.
El último jueves, Massa pasó el día en la Torre de las Naciones, Tigre, analizando los pasos a seguir. Quienes se reunieron con él, salieron convencidos de que el enemigo a vencer es Macri y, por ello, comenzaron a trabajar en la respuesta, que contará con fuertes ataques a su gestión. Mientras tanto, su estrategia electoral continúa por el mismo camino: pararse “en la ancha avenida del medio”. En el massismo aseguran que los votos de Daniel Scioli van en caída, y su posición intermedia de “no cambiar todo lo hecho” le acerca esos sufragios.
Sin lanzamiento de su candidatura presidencial, ayer Massa decidió aplacar las versiones de una postulación a gobernador mostrándose con los candidatos del Frente Renovador que buscan suceder a Daniel Scioli. Felipe Solá, Francisco De Narváez, Darío Giustozzi y Mónica López participaron del encuentro.
Hubo dos ausencias que se hicieron notar. La del precandidato a gobernador, Jesús Cariglino y la del intendente de Hurlingham, Luis Acuña, que suenan como posibles futuros aliados de Macri. “Los cuatro candidatos que van a las PASO están acá”, dijo Massa antes de iniciar la reunión.
Para esta fecha, al diputado nacional le hubiese gustado que en la foto también estén Gustavo Posse y Martín Insaurralde. Sin embargo, ya en las filas del PRO, Posse ayer recorrió Olavarría (distrito comandado por el massista, José Eseverri), e Insaurralde, prefirió seguir jugando con la incógnita sobre el partido político con el que se presentará.
Pacto con el partido de Castells
El Frente por Buenos Aires es el nombre de la alianza que presentó el massismo para competir en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires. Este frente tiene como novedad la integración del Movimiento Independiente Justicia y Dignidad (MIJD) que lidera el piquetero Raúl Castells, quien se encuentra internado en Chaco luego de un grave accidente.
“Los apoderados hablaron con el massismo, pero nosotros a nivel nacional sostenemos la candidatura a presidente de Castells. Esto se votó en el Congreso del MIJD y se ratificó el 22 de febrero. Los compañeros eligieron a Castells y a mí para acompañar la fórmula en la vicepresidencia”, explicó la dirigente Nina Pelozo y ex mujer del líder piquetero. A diferencia de Castells que ya había elogiado a Massa, Pelozo sostuvo: “Hay cosas con las que podemos coincidir con Massa, pero no estamos diciendo que es lo que más nos gusta. Sentarse con ellos no significa que sea nuestro candidato”.
