“Daniel entendió que nosotros no queremos rivalizar con él”, afirmaban en el entorno del intendente de Tigre, Sergio Massa, sobre el actual gobernador bonaerense, a mediados de agosto pasado. Por esa época, Scioli y Massa habían alcanzado una "reconciliación" que allanaba el camino del ex motonauta a la reelección, si es que Néstor Kirchner no lo convocaba a una candidatura mayor.
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces. Ahora Scioli no sólo deberá competir con el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que ya manifestó sus intenciones de pelearle la candidatura en internas abiertas, sino también con el mismo Massa quien, envalentonado por las encuestas, quiere gobernar la provincia de Buenos Aires.
“No queremos ir detrás de Scioli, y Sergio es el que mejor mide", afirman en el entorno de Massa, según el diario Clarín. Los colaboradores del tigrense se apoyan en dos encuestas: una que ubica a Massa como el tercer político con mayor imagen positiva (46%) detrás de la presidenta Cristina Fernández (57%) y del mismo Scioli (52%); la otra asegura que Massa ganaría la gobernación contra Francisco De Narváez, con una diferencia más holgada que la que tendría el motonauta.
La candidatura de Massa iría respaldada por el llamado "G-8", un grupo de intendentes bonaerenses aliados al kirchnerismo pero que no se consideran ultraoficialistas, entre los que se cuentan Pablo Bruera, de La Plata; José Eseverri, de Olavarria; y Cristian Breitenstein, de Bahía Blanca. Aún no deciden si disputarán la interna del PJ o si conforman una agrupación independiente, y lo anunciarían al final del verano, informó el matutino.