El intendente de Tigre, y diputado electo del Frente Renovador, Sergio Massa, se reunió hoy con 11 intendentes del Gran Buenos Aires alineados con su partido, donde el objetivo del tigrense fue transmitir una consigna ya fijada por la ley ante el conflicto desatado tras las protestas policiales y los robos masivos a comercios: "El que saquea es un ladrón que comete un delito".
"Establecimos un régimen para que las 4.000 cámaras repartidas en los 11 municipios funcionen como elemento de acumulación de pruebas contra aquellos que hagan intento de saqueos, para luego realizar las denuncias penales", sostuvo el flamante diputado después de la reunión.
Además, Massa puso a "disposición de las autoridades, los 505 móviles de seguridad de los municipios" para desarrollar un trabajo conjunto con el Ministerio de Seguridad de la Provincia y de la Nación. De esa forma, el intendente busca "llevarle tranquilidad a la gente", señaló.
“El gran desafío es que haya tranquilidad y paz, que funcionen normalmente las instituciones", enfatizó Massa. En presencia de Darío Guistozzi, Gustavo Posse, Joaquín De la Torre, Jorge Macri y Jesús Cariglino, entre otros líderes comunales, el tigrense pidió "enfrentar a los que quieran generar violencia en este contexto".
Después de que Massa concluyera la reunión con los intendentes, el Gobierno apuntó al massismo por los saqueos. Lo hizo a través del viceministro de Justicia, Julián Alvarez.
El camporista involucró "al expolicía Salvador Baratta, hoy concejal por massismo", a quien acusó de "extorsionar a los municipios" para que permitan agremiar a los policías ya que, dijo, de lo contrario "ocurrirá lo que pasó en Córdoba", señaló el funcionario.
