Mauricio Macri también habló del fallido proceso de sucesión en 2023 del partido que fundó. Pero lo más jugoso de sus declaraciones en una entrevista con Seúl Radio no estuvo tanto ahí, si no en el desopilante tramo sobre China,
Se sintió en su salsa y fue de lo general a lo particular: primero opinó que ve imposible un enfrentamiento abierto de la potencia oriental con Estados Unidos “porque sería el fin del mundo”, pero pareció aburrirse rápido de eso y pasó a narrar una experiencia en las antípodas del mundo junto a su padre Franco.
“Ahí fue otra visión de papá… en el 89 fue a China”, arrancó. “Me llevó, también”, apuntó, “había tres autos y todas bicicletas”.
Hasta ahí, descriptivo. Pero:
“Lo que más me impresionó era que como nosotros íbamos invitados por el gobierno teníamos todos los autos oficiales, que eran los únicos que había. Y por viaje que hacíamos volaban por el aire cinco o seis bicicletas”.
“Los tipos no se paraban… volaba ¡pum! un tipo a la mierda… el tipo ahí desmayado, o muerto, no sé, no se podía mover… que loco ¿no?”.
La siguiente escena ciclística sucede en una cumbre sobre el cambio climático en Copenhague: “Voy como alcalde y había un capítulo que era el de las bicisendas famosas… al final levanta la mano un chino -‘soy el alcalde de Beijing’- y dice: ‘¿Nos pasamos 100 años para pasar de la bicicleta al auto y hay que volver a la bicicleta? Me estoy volviendo loco’”.
Mauricio Macri, la sucesión fallida, y el psicólogo que le dice que no tiene la culpa
En la misma entrevista, de retorno en la Argentina, el expresidente calificó de “fallido” el proceso de sucesión de 2023. Criticó a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta, quiene protagonizaron la interba y hoy están afuera del PRO.
“No me fue bien (con la sucesión) y me lo he planteado muchas veces, pero mi analista me dice que yo no he tenido la culpa”, transfirió.
Para precisar que confió en “la sana competencia” pero “no funcionó” porque “las dos personas que terminaron disputando una candidatura priorizaron su proyecto de poder al proyecto de transformación de la Argentina”.
“La gente percibió que era más la ambición personal que el sueño que querían realizar”, remató.
LT