Después de 100 días de cuarentena, el presidente Alberto Fernández anunciará una nueva etapa del aislamiento con medidas tan restrictivas como lo fueron en la primera fase implementada el 20 de marzo. Las actividades que desde entonces fueron exceptuadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires volverán a cerrarse por 15 días a partir del 1 de julio con el objetivo de que la curva de contagios de coronavirus se amesete y el sistema sanitario no colapse.
El mensaje será grabado y Fernández estará acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Mientras los números de la pandemia ponen en alerta el sistema sanitario, no habrá lugar para la improvisación. “Serán 15 días duros casi igual que los de la fase 1”, reconocieron en la Quinta de Olivos. A diferencia de la primera etapa los bancos seguirán abiertos y funcionando por turnos, y en la ciudad de Buenos Aires seguirán permitidas las salidas recreativas de los menores de edad. Tal como anticipó PERFIL, la actividad física de los adultos quedará suspendida.
Ayer al mediodía, en un almuerzo con sus funcionarios de mayor confianza, Fernández propuso postergar el anuncio para este viernes 26 de junio. “No podemos salir a anunciar cosas ahora que no se van a poder llevar a cabo”, se dijo en la sobremesa ante la necesidad de implementar fuertes controles para que el acatamiento se cumpla. El Presidente reconoce el hartazgo de los ciudadanos de la Ciudad y los 40 distritos bonaerense que hasta ahora lo más lejos que llegaron es a la fase 3.
Mientras se discute el futuro de la cuarentena, crece la ocupación en terapia intensiva
Por la tarde, cuando apenas se habían sentado a discutir los alcances de las nuevas restricciones, el Presidente le pidió a Rodríguez Larreta y a Kicillof pasar el anuncio para este viernes para terminar de delinear la implementación de esta fase. El encuentro en el que los tres funcionarios debieron ponerse de acuerdo comenzó a las 17.50 y se extendió por tres horas.
“Tenemos que hacerlo bien, no podemos generar caos en la gente, los sistemas no pueden colapsar, y la implementación de los controles tiene que funcionar en las dos jurisdicciones”, explicaron en la Quinta de Olivos. Ante la necesidad de coordinación de los distintos equipos, los funcionarios acordaron que esta nueva etapa comience a partir del miércoles 1 de julio.
En los próximos días habrá reuniones de los distintos funcionarios nacionales, de la Ciudad y de la Provincia para coordinar los nuevos controles. El objetivo principal es limitar al máximo el uso del transporte público, algo que en parte se conseguirá con la limitación de las actividades exceptuadas y por otro, se volverán a intensificar los controles que ahora no llegan a detectar cien infractores por día.
Con el decreto de la nueva fase caerán todas las habilitaciones que la jefatura de Gabinete y el ministerio de Salud aprobaron desde el 20 de marzo en los distintos distritos bonaerense y en la Ciudad. Las actividades exceptuadas volverán a atrás y junto a la actividad bancaria volverán a regir solo las 24 actividades esenciales que se autorizaron con el decreto 297/20 del 19 de marzo. Se aclarará que a los 15 días, estos rubros podrán volver a funcionar sin la necesidad de presentar nuevos protocolos.
¿Esta etapa solo será por 15 días? Esta semana, en el Gobierno se discutió si esta fase debía tener fecha de salida. “¿Y si después de esos 15 días los números de contagio demuestran que tenemos que seguir de la misma manera? ¿Cómo le volvemos a decir a la gente que necesitamos más días?”, se preguntaron. Pero Fernández coincidió con Larreta en que hay que dar un mensaje claro y con previsión.
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Con la decisión de que la etapa más dura comience el 1 de julio, Fernández volvió a mostrar un equilibrio entre Kicillof y Larreta. El gobernador bonaerense hubiese preferido comenzar con las restricciones esta semana y el jefe de Gobierno porteño buscaba entrar en esta fase recién a partir del 5 de julio.
Fernández mostrará un tono firme y duro con el objetivo de no perder la autoridad política que consiguió en los primeros anuncios con los que se logró un alto cumplimiento de la cuarentena. Ante el cansancio y la crisis económica, mostrará de manera cruda la cifra de infectados, de muertos y de camas de terapia intensiva ocupadas que en el AMBA ya llega al 54 %. Kicillof y Larreta volverán hoy a las 11 de la mañana a Olivos para grabar el anuncio junto al Presidente que será emitido poco después del mediodía.
