POLITICA
elecciones 2019

Los mercados no esperan otra corrida si gana Alberto Fernández, pero anticipan una transición difícil

Descuentan un triunfo del Frente de Todos y descartan una reacción similar a la de las PASO. El rol del FMI y las primeras medidas económicas.

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Alberto Fernández junto a Cecilia Todesca y Matías Kulfas, dos de los economistas que asesoran al candidato. | Télam

Los primeros días posteriores a las PASO del 11 de agosto estuvieron marcados por la crisis y la incertidumbre: devaluación, aumento del riesgo país y corridas que terminaron con un nuevo control cambiario para regular la salida demanda y salida de la divisa extranjera. El panorama, provocado por el sorpresivo triunfo de Alberto Fernández por 17 puntos de diferencia, parece haber quedado controlado en las últimas semanas. A días de las elecciones generales del 27 de octubre, surge la duda: ¿Puede repetirse el estallido si se confirma la victoria del Frente de Todos como indican todas las encuestas? Los analistas consultados por PERFIL afirman que los mercados ya "descontaron" la derrota de Mauricio Macri, por lo que no esperan una nueva corrida cambiaria. Sin embargo, hay dudas y expectativas en torno a la transición, el último desembolso del FMI y las primeras medidas que Fernández comience a delinear durante la probable transición hasta el 10 de diciembre.

¿Habrá corrida el lunes 28 de octubre? Martín Kalos, economista jefe de la consultora Elypsis, descartó una reacción desmedida porque ya no hay un panorama incierto. "Para el 28 de octubre ya no hay sorpresa: si se confirma lo que ocurrió en las PASO, no debería haber una reacción desmedida", explicó a PERFIL. Federico Furiase, economista y director de Eco Go, coincide: el mercado "ya tiene descontado" un triunfo de Fernández, que se ve reflejado en el tipo de cambio y el valor de los bonos. "Al contrario, lo que generaría sorpresas es un resultado de segunda vuelta, de lo que hay bajísimas chances", evaluó. La misma línea sigue Julia Segoviano, de la consultora LCG: "No veo un revuelo similar al de las post PASO por el riesgo país que tenemos hoy, por la salida brutal de depósitos en dólares que ya tuvimos después de las primarias y que se calmó con los controles cambiarios. Todos estos meses de volatilidad e incertidumbre ya dieron por descontado que habrá un cambio de Gobierno", señaló a este medio.

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Inflación y PBI: pronóstico reservado. El INDEC informó una suba de precios del 5,9% para septiembre de 2019, empujada en parte por la devaluación de agosto. El aumento acumulado entre enero y septiembre llegó al 37,7% y en doce meses suma el 53,5%. Un estudio de la consultora Eco Go calcula que el nuevo Gobierno cerrará el año con una inflación del 61%, un dólar a 70 pesos y una caída del PBI de 3,8%. El desempleo llegará al 13,5% y quienes mantengan su trabajo habrán acumulado una caída del salario real de 24% desde fines de 2015. Aunque mejores, los pronósticos del FMI, tampoco son alentadores: la entidad que lidera la búlgara Kristalina Georgieva ubicó a Argentina proyecta una inflación del 57,3% y prevé una caída del PBI de un 3,1% para 2019. El año siguiente esperan una suba de precios del 39,2% y recesión del 1,2%.

"El próximo Gobierno va a asumir con una situación muy delicada: niveles de inflación muy altos, una deuda que no se puede pagar, insolvente con los niveles de liquidez que tenemos, con reservas en muy bajo nivel", detalló Segoviano. Para la estabilidad financiera, lo que se puede esperar que cambie y genere movimientos después de las elecciones, son los "incentivos", explicó Furiase. Hasta ahora, la tensión se dio entre un Macri que fuerza una recuperación con medidas que complicaron lo fiscal, mientras Alberto no tiene incentivos para dar definiciones. "Pienso que Alberto Fernández tiene incentivos de mostrarse más moderado que lo que el mercado percibe, porque es la única manera que tiene para estabilizar la macroeconomía", agregó.

En caso de posicionarse a partir del 27 de octubre como presidente electo, Fernández puede empezar a "avisar y a gobernar", algo que hasta el momento no pudo hacer al menos de manera concreta, consideró el director de Elypsis. "En la medida en que haya una propuesta, ya sea mediante un acuerdo social o de precios, eso va a impactar también en las empresas en la expectativa de cuándo van a recuperar los ingresos y generará movimientos en la inversión y el consumo. En la medida en que empiece a hacer anuncios, el mercado se va a empezar a reacomodarse, porque hoy está especulando", estimó.

Cualquier anuncio, dice Kalos, tendrá consecuencias en un panorama complicado "ya sea que anuncie su gabinete, una determinada política, o que negocie una determinada medida que va a ejecutarse durante la transición, algo que sería lógico: estamos en crisis, el Gobierno entrante y saliente podrían ponerse de acuerdo en lo que hay que hacer hasta diciembre", detalló.

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Traspaso, deuda y desembolso. Si se ratifica la victoria de los Fernández, el lunes 28 el presidente Mauricio Macri y su rival deberán comenzar a coordinar la transición de los siguientes 43 días (30 hábiles). Pero, en rigor, los actores económicos entraron el 12 de agosto en un escenario de virtual traspaso de mando. Comenzaron a prestar más atención a las posibles medidas y designaciones del ex jefe de Gabinete que a las acciones del Gobierno (seguramente) saliente. El caso emblemático fue el del Fondo Monetario Internacional, que postergó el desembolso del último tramo del préstamo "stand-by" acordado con la Argentina, que debía llegar a mediados de septiembre. El organismo se sentará a negociar con el ganador de los comicios antes de girar otro dólar de los 57.000 millones prometidos en junio de 2018. No serán los únicos: tanto el fondo como los acreedores privados esperan que la propuesta de reperfilamiento incluya una quita de deuda.

La economista de LCG adelantó que habrán varios frentes económicos, pero destacó el reperfilamiento, y analizó que los mercados están en modo "wait and see" (esperar para ver). Para Segoviano, las partes "intentarán que sea una negociación amigable y pasiva, pero eso no va depender tanto del Gobierno, sino de la confianza de los acreedores y de qué tan creíble sea el reperfilamiento".

El Fondo está en la misma situación "wait and see": "Entiendo que el FMI sabe que el programa monetario está roto, estimo que el desembolso no va a llegar en la gestión de Macri. El FMI se va a querer sentar con Alberto para ver cómo va a reperfilar la deuda, qué medidas va a tomar, y si va a seguir con el proceso de ajuste fiscal que inició Macri", opinó Segoviano.

La demora del desembolso, analizaron los economistas, impactarán sobre todo en las reservas, que el Frente de Todos reclamó al Gobierno "preservar" durante la corrida cambiaria. Desde LCG estiman que, sin esos últimos 5.400 millones de dólares, Argentina puede afrontar los próximos vencimientos de deudas usando reservas, algo nada recomendable según Segoviano.. "Si el FMI hubiera dado el dinero o lo da, el desembolso sería una ventaja, no tanto para Macri sino para Alberto, para no recibir un nivel de reservas tan bajo. Eso complica más al Gobierno que viene que al que sale", adelantó.

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Para Furiase, el desembolso podría llegar recién en 2020, y analizó que "los dólares que necesita el tesoro para financiarse, de acá hasta fin de año, son $1500 millones de dólares que se van a cubrir con reservas del Banco Central". El economista de Eco Go consideró que el problema "será la brecha fiscal de pesos que hay que financiar de acá a diciembre por la concentración de déficit fiscal ese mes y otros vencimientos de deuda en pesos, que representa el 18% del nivel actual de la base monetaria". Eso, adelantó, se tendrá que cubrir o con emisión monetaria, en un contexto de caída en la demanda de dinero lo que puede impactar en la inflación, o bien con reservas.

"La nominalidad de la economía no da margen para financiar populismos y que eso termine bien: hay una demanda de dinero que va cayendo, un Banco Central que pierde reservas, sin capacidad para subir impuestos porque los niveles de presión impositiva son altísimos, sin capacidad para monetizar", planteó el director de Eco Go. Lo que sí va a mover al mercado, explicó, es el rumbo que tome un nuevo Gobierno: "si va hacia un programa fiscal monetario razonable, con una solución rápida y amistosa para la deuda, eso podría ser bienvenido por el mercado y generar una apreciación en los precios de los bonos y una baja del riesgo país. Si lo va a poder llevar adelante o no es la gran incógnita", concluyó Furiase.

A.G./F.F.