POLITICA

Mi país no se quiere

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Por maduro, viejito, entrado en años, provecto (o lo que esto signifique) siempre me he sentido más especie que individuo. ¡Y con lo que quise llegar a serlo! Pero bien que hice en no cebarme tanto con el ego y buscar la armonía del nosotros y el yo. Primero la especie, luego habla, país, aldea, familia, capilla, escuela. Al individuo hay que soñarlo, trabajarlo y esperarlo. Siempre puede suceder que sus genes le caigan simpáticos a la Oca y ésta le reserve un rincón amable en la última casilla. ¿Soy lo que debí ser? ¿Seré nada?

Por serlo, conozco lo arduo e infantil que es ser argentino. Y, por muy viajado, lo cómodo que resulta ser tibetano o marroquí. O hasta italiano o brasileño o... "Ser argentino es como tener una madre boba", me decía en París César Fernández Moreno. Cierto. Boba y triste...y cara. Hacerse una biografía cuesta aquí el doble que en otras partes. Y cuidar que no se dañe o rinda, el triple. No nacemos netos sino difusos. En el registro natal deberían escribir "lo argentino", no "argentino" Esta brumosa identidad deviene de aquel galimatías que en la escuela infantil nos provocaba hipo.  Aquel "Serás lo que debas ser o no serás nada" ¿Qué?

Esa frase oculta el mayor enigma del ser nacional. Recién cuando los cerebros más ágiles del Conicet la descifren podremos empezar a entendernos. En tanto, lo nuestro consiste (como hago)  en blablear sobre el destino de un País Mamarracho. Esta cristalizada Nadería que (de haber recibido frase matriz más "amigable") el país y nosotros habríamos llegado a ser "lo que debía/debíamos ser". Se dio contra y aquí estamos, huérfanos de historia y corruptos reincidentes. Desde el vamos la lista es infinita (Que sueldos donados en 1819 por Belgrano para alzar escuelas recién se destinaron 180 años después. Que un canciller nuestro (?) brindara en Londres "Por la más bella joya de la corona británica ¡la Argentina!". Que en el Desfile del Bicentenario faltasen las carrozas "Malvinas" y "200 años de Corrupción". Que Menem/Dromi desguazaran el Estado con apoyo "privatizador" de NK. Que hoy sea Dromi el guía de la estatizción con apoyo de CFK. El raro (rarito) 2012 conmovió la historia con 51 inocentes masacrados en Plaza Corrupción. Y el Teatro del Poder  irrumpió con "Mauri y Cristi", una comedia de distracción.

Cuesta creer (salvo que compartan a Durán Barba como consejero 2015) que Presidenta y Gobernador hagan del Escándalo y el Desprecio su medio de comunicación. Tan emperrados se muestran que solo quedaría acudir a un efecto paradójico y aguardar resultados. Probar, por ejemplo, de volverlos a la realidad, mediante los milagros del Amor, que son de suceder y que de hecho influyen estos días en un conflicto un billón de veces más grave que la rabieta de Cristina y de Mauricio. Nada menos que el que mantiene en atómico hipo al mundo por la enemistad de persas y judíos. Allí sufren una cuenta regresiva que sus líderes achican con cada frase que echan al fuego. Pero al menos, se indignan. Y se preguntan si deben tolerar que sus mega matones destruyan a sus pueblos por motivos de dogma y mafia respectivas.

Ronny Edry, diseñador gráfico israelí, fue el primero en pasar  a la acción de las palabras. Subió en Facebook la págins "Israel loves Irán" que abrió así: "Rechazamos esta guerra. No la entendemos. No odiamos a los iraníes. No odies a los israelíes, ni a los iraníes" Su proclama se propagó a la región y recibió decenas de miles de apoyos. Por su iniciativa, y pese a la censura en Irán, hoy los israelíes e iraníes se comunican entre sí.  Según Edry “hemos iniciado un diálogo en un plano interpersonal que antes no existía”. Y motivado por la respuesta recibida de ambos pueblos, subió a Internet la línea más bella de su convocatoria: "Para llegar a la guerra tenemos que temernos y odiarnos unos a otros. Yo no os temo porque yo no os odio. Ni siquiera os conozco. Iraníes, nosotros no queremos bombardear vuestro país. Nosotros os queremos".

(*) especial para Perfil.com