Muchas de las declaraciones juradas que los dirigentes presentan ante la Oficina Anticorrupción suelen terminar mostrando datos curiosos que llaman la atención. Con los últimos cambios realizados a la ley, ahora todos los candidatos están obligados a presentarla, y no sólo los funcionarios.
Así, surge por ejemplo que la dirigente jujeña Milagro Sala, candidata del Frente para la Victoria para el Parlasur, tiene un patrimonio mayor al de Carlos Zannini. Sala declara bienes y depósitos por $ 1.690.000, incluyendo dos casas, un auto y dinero en cajas de ahorro por más de $ 118 mil. El candidato a vice, en cambio, declaró menos de la mitad: $ 793 mil .
El cambio de la ley generó que no sea obligatorio que se difundan los datos de los cónyuges. Así, en la declaración de Mónica López, que en los medios dijo tener 250 pares de zapatos, sólo figura que tiene $ 200 mil de patrimonio. La fortuna, sin embargo, en este caso se puede verificar en el marido, que es diputado y también candidato: tiene $ 4,6 millones.
El caso inverso es el del intendente de Hurlingham, el massista Luis Acuña. Apenas declara un patrimonio de $ 492 mil, y no incluye siquiera un inmueble, cuando en el municipio es conocida la imponente casa donde vive. Las respuestas aparecen en la declaración de la mujer, la diputada María Azucena Ehcosor, que declara bienes por más de $ 4 millones, entre ellos tres casas (una de ellas en Villa Tesei, de 1.600 m2).
La fidelidad de todos los números también es puesta en duda cuando se ve que Luis Zamora –candidato de la izquierda que se puso a vender libros luego de ser diputado– declara tener un patrimonio de $ 617 mil, justificado apenas en un departamento y bienes del hogar.