En un contexto de presentaciones judiciales por su estado de salud, el juez jujeño Pablo Pullén Llermanos ordenó trasladar a la líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala desde el Complejo Penitenciario Federal III de Güemes (Salta), a su domicilio de El Carmen (Jujuy).
La dirigente fue trasladada el sábado, luego de que el magistrado se notificara el viernes de la orden de la Corte Suprema de Justicia, que ordenó al tribunal local que dispusiera "con carácter de urgencia" el arresto domiciliario de Sala.
“Me quisieron quebrar y no han podido. Tengo varias sensaciones mezcladas. Estoy contenta y con bronca. Contenta porque ya no estoy en la cárcel, pero con bronca porque la domiciliaria tenía que ser en mi casa de Cuyaya y no acá, es como si me trasladaran a otra cárcel", manifestó la dirigente social en diálogo con Página 12.
La líder de la Tupac Amaru se encuentra detenida desde enero de 2016. Estuvo privada de su libertad en el penal de Alto Comedero hasta el mes de agosto de 2017 cuando fue trasladada a una vivienda de la localidad jujeña de El Carmen para continuar cumpliendo la prisión preventiva.
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En octubre de ese año, por decisión del juez Pullen Llermanos se le revocó la prisión domiciliaria y fue llevada nuevamente al penal de mujeres. Luego en diciembre de 2017, volvió a ser trasladada al inmueble del departamento El Carmen, donde continúa privada de su libertad actualmente, luego de permanecer en el penal federal salteño de General Güemes durante parte del mes de agosto.
Al ser consultada sobre el fallo del juez, Milagro Sala cuestionó fuertemente al magistrado y aseguró que "incumple con el dictamen de la Corte Internacional y la Corte Suprema". "En el último fallo de la Corte Suprema, en uno de los artículos, piden que explique por qué no cumplió con trasladarme a mi verdadero domicilio. Tendría que haberme llevado a mi casa en el barrio de Cuyaya y no a El Carmen. Es la tercera vez que incumple. Pareciera que no tenga la capacidad para poder entender los escritos de la Corte Suprema", apuntó.
En relación a las condiciones de su detención en El Carmen, la dirigente -que llevó adelante una huelga de hambre de diez días para pedir volver a la prisión domiciliaria- detalló que tiene custodia de Gendarmería, y que al lugar "no puede entrar nadie que no autorice Pullen Llermanos".
"Él tiene que ver todo el listado de visitas y firmarlo para decidir si pueden pasar o no y con la familia es lo mismo. Seguimos con las 24 cámaras de vigilancia, con los 26 gendarmes y con toda la casa rodeada de alambre de púa y custodiada. Siguen siendo las mismas condiciones que la vez pasada, pero ahora está el tema de los médicos", expresó.
Por su salud, Milagro Sala vuelve a prisión domiciliaria en Jujuy
Sala comentó en la entrevista que tiene un conflicto con el acceso a la salud, dado que, sostiene, no le permiten ver a sus médicos. "No dejan que me vean mis médicos porque dicen que tienen que estar matriculados en Jujuy. Pero matricularse en Jujuy demora seis meses, lo que significa que yo en seis meses no voy a tener atención médica", comentó.
"Lamentablemente, cada médico que me viene a ver es amenazado por Gerardo Morales, por los Pullen Llermanos y por la familia Falcone (Clara de Langhe de Falcone, presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy)", denunció.
Al respecto, Sala mostró preocupación por cómo puedan diagnosticarla los profesionales de salud de la provincia, y agregó: "¿Qué puedo esperar de un diagnóstico de Jujuy, cuando sabemos lo que viene haciendo Gerardo Morales conmigo? Mi familia ha decidido que me atiendan médicos que no sean de la provincia, para que no sean apretados, puedan trabajar tranquilos y ver qué me está pasando realmente sin entregar falsos diagnósticos".
En ese sentido, la dirigente dijo sentirse bien tras los diez días en las que se privó de comer, y declaró que en el Complejo Federal estaba encerrada "en una pieza de cuatro por cuatro, sin poder salir a ningún lado".
