Tras la fallida aprobación de la Ley de Bases y la escalada del conflicto con los gobernadores, el presidente Javier Milei lanzó este viernes una convocatoria a todo el arco político para firmar el denominado Pacto de Mayo, un acuerdo de diez puntos fundamentales entre los que figura la discusión de la coparticipación, la apertura del comercio internacional y el compromiso de las provincias a explotar los recursos naturales. Pero para poder llegar a firmar ese documento presentado como refundante de la república, que incluye el reclamado pacto fiscal por parte de las provincias, Milei puso dos condiciones: la aprobación de la Ley de Bases original y de una ley “anticasta” que elimina jubilaciones de privilegio, suprime los fondos públicos para el financiamiento de los partidos políticos e inhabilita a condenados por corrupción en segunda instancia a presentarse en cargos electorales nacionales.
Luego de una cinematográfica llegada al palacio legislativo coordinada por Santiago Oría, que fue especialmente llamativa y particular por ser nocturna, Milei ingresó por la explanada con la banda presidencial puesta acompañado por su hermana Karina y allí lo recibieron Martín Menem y Victoria Villarruel. Cuatro minutos antes de lo previsto, inició su discurso que se extendió durante 73 minutos y que, en su gran mayoría, fue un reparto de críticas directas, con alusiones a sindicalistas, organizaciones sociales y la dirigencia política, e incluso con nombres propios que incluyeron a Roberto Baradel y a quienes denominó “los jinetes del fracaso”: Sergio Massa, Juan Grabois, Pablo Moyano y Máximo Kirchner.
Una vez superado el balance inicial, en el que repitió conceptos sobre el estado en el que recibió la administración nacional, Milei se dedicó a repartir “palos” a la casta, mientras un ejército de aplaudidores lo vivaba desde los palcos.
“De ser el país más rico del mundo cuando abrazamos las ideas de la libertad pasamos a ser un país donde seis de cada diez argentinos son pobres, mientras la mayoría de los políticos como muchos de ustedes son ricos”, lanzó en los primeros minutos de su mensaje el Presidente, marcando el pulso de lo que vendría después. Habló del periodismo y de los “formadores de opinión ensobrados”, se refirió a los “sindicalistas que entregan a sus trabajadores, engañándolos con supuestos beneficios mientras promueven un régimen laboral que solo los beneficia a ellos”, recordó la “farsa” de que “el Estado te cuida” para referirse a la pandemia e insistió en que “nos vendieron la idea de que el Estado trabaja como un seguro, pero en la vida real, cuando el siniestro ocurre, defaultea”, en medio de las denuncias contra Alberto Fernández por supuestas maniobras irregulares en su gestión.
Entre los proyectos “anticasta” se eliminarán las jubilaciones de privilegio
Uno de los sectores que dejó afuera de los cuestionamientos fue el Poder Judicial, mientras los cuatro integrantes de la Corte Suprema seguían atentamente el discurso a un lado del atril dispuesto en el centro del hemiciclo, ya que no quiso hablar sentado desde el estrado como suele ser tradición.
Sin mencionarlo, también hubo una fuerte embestida contra Gerardo Morales, envuelto en una polémica por la detención de un hombre que publicó un tuit sobre una supuesta infidelidad de su mujer. “Un ex gobernador metió tras las rejas sin debido proceso a un ciudadano por 50 días meramente por el crimen de hablar mal de la corona en un chat privado”, lanzó Milei, seguido por el aplauso de las barras libertarias, entre las que también figuraba el asesor presidencial Santiago Caputo que siguió atentamente toda la alocución. Precisamente, ahí el Presidente enrostró de manera indirecta que “ofende el silencio de aquellos que se dicen republicanos”, es decir de aquellos que no alzaron la voz frente a esa situación en la provincia de Jujuy.
La reacción frente al discurso ya había sido analizada en distintas reuniones de bloque en la previa de la asamblea en donde espacios como el radicalismo y Hacemos Coalición Federal resolvieron mantenerse “estoicos” en sus bancas, cualquiera fuera el tenor de las declaraciones, descartando una primera alternativa de retirarse en el caso de que se repitieran las acusaciones sobre el “nido de ratas” parlamentario.
Milei ingresó por la explanada con la banda presidencial junto a su hermana Karina
Por caso, el diputado de Unión por la Patria y dirigente sindical Francisco “Paco” Manrique mostró su descontento con el mensaje y permaneció buena parte de espaldas al estrado. Los diputados de izquierda, en tanto, tuvieron aguante afuera del Congreso y adentro reiteraron la modalidad de carteles en sus bancas, con consignas como “la casta tiene empleo”.
Sin embargo, luego de las duras consideraciones que repartió a todos los sectores sin distinción, Milei subrayó que “la confrontación no es el camino que queremos ni el que elegimos hay otro camino posible, un camino distinto, un camino de paz y no de confrontación; un camino de acuerdo y no de conflicto. Acuerdo sí, no el consenso contra el cambio”, y allí realizó la convocatoria para mayo en la provincia de Córdoba. Reconoció que no tiene “demasiadas esperanzas de que tomen este camino” porque, según dijo, “la corrupción, la mezquindad y el egoísmo están demasiado extendidos”.
El planteo fue claro: la ayuda del poder central que tanto reclaman los gobernadores a través de un nuevo pacto fiscal, solo se podrá materializar si se aprueba la ley ómnibus y la ley anti “casta” que anunció este viernes en el Congreso. Si el otro camino es el elegido, anticipó que sacará otros decretos y modificará resoluciones para avanzar como sea en el “proceso de regulación económica más ambicioso de la historia” y dejó un mensaje para quien quiera escucharlo: “Si quieren conflicto, conflicto tendrán”.
El trasfondo y los 10 puntos del acuerdo oficial
La chance de avanzar hacia un pacto con los gobernadores formó parte de los deseos de funcionarios que caminan habitualmente por Balcarce 50. Básicamente, en la primera línea del gabinete plantearon que la pelea entre la Casa Rosada y los mandatarios provinciales dejó una “mala imagen” para aquellos empresarios extranjeros con deseos de invertir.
Y que los gobernadores requieren de un marco regulatorio para poder explotar mucho mejor sus recursos naturales. “Hay que salir del pesoducto y los acuerdos chiquitos para ir a los pactos macro. La mayoría, está en sintonía”, analizó una voz del equipo de Milei.
A lo largo de la semana, se establecieron encuentros, bajo este eje, con primeras líneas de Córdoba, Río Negro, Salta y Catamarca. En varias, participó un hombre de suma confianza de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem.
1 La inviolabilidad de la propiedad privada.
2 No se va a negociar el equilibrio fiscal.
3 La reducción del gasto público en torno al 25% del Producto Bruto Interno.
4 Reforma tributaria para reducir la presión impositiva.
5 Rediscutir la coparticipación federal de impuestos. Milei pretende terminar con un sistema “extorsivo”.
6 Que las provincias exploten sus recursos naturales al máximo de sus posibilidades.
7 Una reforma laboral “moderna” que promueva el trabajo formal.
8 Una reforma previsional para que los haberes no pierdan contra la inflación y la opción de jubilación en un sistema privado para aquellos que lo prefieran.
9 Reforma política, una propuesta que estaba en la versión original de la ley Ómnibus.
10 La apertura al comercio internacional, con el objetivo de que la Argentina sea clave en el mercado global.