El conflicto con el agro, el más importante que enfrentó hasta ahora el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, estaba en su peor momento. Mientras los ruralistas mantenían su paro al costado de la ruta, el ministro de Economía Martín Lousteau decidía viajar a Buzios para disfrutar del sol y de la arena, junto a su novia y dos hombres más.
El miércoles 19 de marzo, un día antes del feriado de Semana Santa, cuando el conflicto con el campo por la suba de retenciones entraba en una fase crítica, el ministro salía a las 5:15 am en el vuelo número 704 de la línea aérea TAM rumbo a las cálidas playas brasileñas. Decidió tomarse el día y no trabajar para despejar su mente y llegar cuanto antes a su destino de descanso.
Luego de varios días al sol, que dejaron un intenso bronceado en su piel, volvió a Buenos Aires 24 de marzo en el vuelo de 705, de 11.35 pm, también de TAM. Allí, todo los momentos de relax se hicieron añicos cuando se encontró con un grupo de argentinos enojados con la situación que las retenciones generaron en el sector del campo.
En medio del vuelo, algunos pasajeros reconocieron al joven ministro, le pidieron explicaciones y lo increparon por el conflicto rural. También hubo algún insulto, agravios y se vivieron momentos de tensión.
Fue una vuelta de Semana Santa caótica para el Ministro. Y eso que vino en avión y no las congestionadas colas de autos que poblaban las rutas argentinas.