El presidente del Radicalismo,
Gerardo Morales, reclamó hoy
"más sanciones" contra los
radicales K, quienes ratificaron su adhesión al oficialismo tras la victoria
electoral,
a la vez que rechazó que puedan conformar una línea interna del partido. El
senador jujeño instó a que la UCR sea
"intransigente" y
"tome las medidas que tiene que tomar, fundamentalmente contra aquellos gobernadores que
forman parte del proyecto del Gobierno" nacional, que tienen al mandatario mendocino y
vicepresidente electo
Julio Cobos como principal referente.
Los "radicales K" reclaman que la UCR levante las medidas contra ellos, luego que los
favorecieran los resultados electorales, y exigen la
reafiliación de aquellos que fueron expulsados. Además, según adelantaron desde el
entorno de Cobos, ya se están evaluando posibles nombres para competir en los comicios de diciembre
que definirán la nueva conducción partidaria y sumar consensos para enfrentar a la actual cúpula.
"Con reafiliación o sin reafiliación, el que va a disputar todo esto en términos reales va
a ser Cobos", indicaron fuentes cercanas al gobernador, al tiempo que comentaron que en
los próximos días podría haber una nueva reunión para definir los pasos a seguir. Las posibles
acciones en contra de los rebeldes se definirán en el cónclave que convocó Morales para fin de mes
-en lugar a determinar-, al que podrían concurrir más de 300 dirigentes que adhirieron al proyecto
de la Concertación UNA.
La intención del titular partidario es
"ampliar el debate", no sólo a nivel de los referentes de la Ciudad y la provincia
de Buenos Aires que participaron activamente de la campaña presidencial, sino también de la
dirigencia del interior del país, precisaron fuentes partidarias.
Es que en algunos puntos del país -como Córdoba-, la alianza entre radicales y lavagnistas
fue
fructífera pero, en otros lugares,
"se generaron conflictos de organización y no alcanzó los resultados esperados",
comentaron desde la UCR, por lo que será necesario redefinir la estrategia.
También deberán discutir cómo será en el futuro el vínculo con Lavagna, que quedó en
"stand by" tras los comicios de octubre y no parece mostrar demasiados avances en
las últimas semanas. Morales, quien buscará renovar en diciembre su mandato al frente del partido
por dos años más, recordó en declaraciones a Radio América que
"la semana pasada, en el hotel Elevage, los radicales K se confirmaron
oficialistas" por lo que
"han decidido formar un bloque dentro de la Concertación Plural".
Por tanto, afirmó:
"Hay un nivel de responsabilidad de los radicales K, por el que hay que enviar los temas a
la Junta de Disciplina del partido y provocar sanciones".
A su vez, el jujeño rechazó que los radicales kirchneristas puedan conformar una
línea interna en la UCR, al expresar que "eso no va a ser posible" ya que "el radicalismo no ha
aceptado el debate de formar parte del gobierno nacional" y, por el contrario, "en la Convención de
agosto definió el perfil netamente opositor" al oficialismo. "Es incompatible la posición que tiene
el radicalismo K; lo que ellos tienen que hacer es fortalecer la Concertación Plural, darle forma a
eso", en referencia a la fuerza con la que ganó Cristina Kirchner los comicios.
Morales, además, convocó a todo el radicalismo a que
"ratifique el compromiso de fe doctrinaria" a la vez que advirtió que
"quienes no lo hagan, quedarán afuera del partido". Por ello, aseveró que propone
"ponerle límites a esta incursión del radicalismo K, que va a generar directa o indirectamente a
través de algunos dirigentes".
"Quieren que nos convirtamos en una fuerza que tenga una pata en un lado y una pata en otro
lado", sostuvo el presidente partidario. Ante ello, propuso "restablecer las normas, que parece que
están bastante diluidas. Lo que viene es fortalecer al radicalismo, sobre la base de adherir al
compromiso de fe doctrinaria. Nuestro partido es opositor e independiente del Gobierno".
Fuente: DYN