Hasta el viernes pasado el procedimiento preventivo de crisis, la paralización de la producción, y la suspensión sin goce de sueldo de 1200 operarios eran la última información destacada en torno a Paraná Metal, la empresa del sur santafesino que en diciembre del año pasado anunció su concurso de acreedores.
Desde entonces y hasta la fecha se estima que 800 operarios quedaron despojados de planta permanente y otros 300 entre contratistas o tercerizados. La crisis que sacude al sector sumada a las presuntas malas administraciones terminaron con uno de los pilares de la economía de Villa Constitución.
"El 16 de diciembre se produjo una 'parada técnica' por decisión de la empresa", explicó Ariel Gómez de la UOM a Perfil.com. "Hasta el 15 de enero se decidió suspender a todo el personal sin goce de sueldo", agrega. Desde entonces, carpas apostadas fuera de la empresa tienen a sus trabajadores y empleados a la espera de una respuesta.
El sábado por la mañana en diálogo con Señales, por Aire Libre radio comunitaria, Gómez resaltó que existen serias posibilidades de una reapertura de la planta con dinero fresco de un inversionista local llamado Carlos Leone. "Se trata de una posibilidad que acercó Guillermo Moreno, el secretario de Comercio", explicaron desde la Unión Obrera Metalúrgica.
Hacía fines de noviembre cuando la incertidumbre ganó los pasillos de la empresa el gobierno nacional envió emisarios a calmar las aguas: primero el titular de Trabajo, Carlos Tomada, y luego al mismísimo Moreno que arribó prometiendo soluciones al conflicto en caso de cierre. Según se pudo saber ahora sería el hombre encargado de colocar a Leone como accionista.
La última información lograda por Perfil.com es que la cúpula de la UOM se reunía hoy para delinear el destino de la empresa.
