E.D./M.C.
Con un almuerzo que se hará el martes, Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y Hugo Moyano (CGT disidente) resolverán si tomarán una medida de fuerza conjunta entre octubre y noviembre. Y en caso de que se llegue a un acuerdo, tendrán que definir si se hará un paro de 48 horas, como propone el gastronómico, o una movilización, como promueve el camionero.
Pero la decisión de una eventual medida de fuerza –la última fue el 28 de agosto– está sujeta a dos cosas: los puentes de diálogo subterráneos que mantienen la CGT de Moyano y la de Antonio Caló, y el posicionamiento electoral de cada uno.
Omar Plaini, diputado aliado del camionero, votó con el kirchnerismo el pago soberano de la deuda y se acercó a Daniel Scioli, uno de los presidenciables del oficialismo, aunque Moyano mantiene la distancia con el bonaerense. Facundo Moyano, el hijo del líder de la CGT disidente, se pasó al Frente Renovador de Sergio Massa.
En tanto, el reparto se completa con la esposa de Barrionuevo, la diputada Graciela Camaño, quien también se inclina por Massa. Y el gastronómico, que oscila entre Massa y Macri.