“¡Buenos resultados de nuestras inversiones en la Argentina!”, celebra un funcionario del Departamento de Estado en un mensaje a Jake Sullivan, asesor de Hillary Clinton, el 3 de marzo de 2010. Abajo, otro mensaje que envía adjunto habla del modo en que la Argentina presentó una posición afín a los Estados Unidos en relación al programa nuclear de Irán. Son expresiones de sintonía durante un gobierno de Cristina Kirchner que, en apariencia, se presentaba como antagonista de la potencia occidental.
“Declaración realmente sólida de Argentina en la reunión de la Agencia Internacional de Energía Atómica hoy, con todos los detalles retorcidos que queríamos”, celebra el funcionario norteamericano en un mail que agrega muchos datos técnicos sobre el programa nuclear iraní. En esencia, el intercambio muestra que los dos países coordinaban posiciones conjuntas en un tema tan sensible como la política nuclear.
Según fuentes del sector nuclear argentino, los mails muestran que el país fue más permeable a las demandas norteamericanas en comparación a otros países como Brasil, que mantuvo una posición más independiente en este área.
Las buenas relaciones en la OIEA, órgano rector de la ONU con sede en Viena, Austria, están evidenciadas en otro mail filtrado por Wikileaks. En este caso es un resumen de una conversación telefónica entre la secretaria Clinton y el canciller Jorge Taiana realizada en noviembre de 2009, donde se celebra el resultado de las “inversiones” en la Argentina. En el mensaje se indica que Clinton le dijo a su par: “Apreciamos el apoyo (argentino) en la resolución sobre Irán en la Junta de Gobernadores de la OIEA. Una fuerte señal de unidad hacia Irán es vital para continuar avanzando”.