Las altas temperaturas no fueron impedimento para que una empresa intentara ingresar a Argentina, y de contrabando, una cantidad considerable de calefactores.
En uno de sus operativos de rutina, la Aduana detectó que 839 calefactores de origen chino habían sido declarados como radiadores de acumulación, cuando en realidad debían ser ingresados como radiadores eléctricos convencionales.
Al estar declarados en una posición arancelaria diferente a la que correspondía, la empresa importadora, Fullmon SA, podía evadir los pagos que se aplican a estos productos, y sortear las tasas antidumping, esto es, las que se aplican a un bien por competencia desleal, al venderlo a un costo más bajo que en el país de origen. El precio de estos calefactores era de poco más de 80 dólares por unidad.
Una vez advertida la infracción, la Dirección General de Aduanas retuvo la mercadería y elevó la denuncia correspondiente.
Se calcula que el perjuicio fiscal de esta maniobra asciende a los US$ 375.520,28. Además, y considerando este supuesto intento de evasión, el organismo que dirige Guillermo Michel podría aplicar una multa de hasta cinco veces del perjuicio ocasionado, lo que equivale a un monto de US$ 1.877.600. Dicha penalización es algo que está previsto en el artículo 954 del Código Aduanero.