Tras los fatídicos días que vivió el Gobierno después del resultado de las elecciones primarias, recién se empezó a ver alguna calma en los últimos tres días, de la mano de los controles a la compra de divisas y una menor tensión en los bancos donde pareció mermar, aunque no detenerse, el goteo de depósitos en divisas. Con esa minicalma financiera, el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, ya tiene en la mira otro objetivo: que se traslade a la calle y en especial a los precios. La inflación de agosto y septiembre apunta a acumular un 10% a un costo de vida que ya venía para un 40% anual y ahora los analistas ubican más cerca del 60%.
Por eso, según pudo averiguar PERFIL, el Gobierno está analizando algunas medidas adicionales tendientes a contrarrestar el rebrote en las góndolas. Lacunza, junto al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, han mantenido reuniones con diversos sectores empresarios en los últimos días con el fin de ampliar los acuerdos de precios.
En primer término, Sica mantuvo reuniones con los representantes de las distintas empresas que conforman el programa de Precios Cuidados, el cual está venciendo en esta semana, y el objetivo del Gobierno es renovarlo hasta noviembre pero con una suba de precios muy acotada.
Las restricciones cambiarias "dieron el resultado esperado", según Hernán Lacunza
Se sabe que las empresas, que representan a casi 600 productos quieren un aumento de precios entre el 10% y el 12%, pero en Hacienda niegan rotundamente esa posibilidad y están dispuestos a conceder un ajuste que no supere el 5%.
Si bien hay diferencias, se estima que en el transcurso de esta semana se podría cerrar el nuevo acuerdo, con ese tipo de suba que admite el Gobierno, pero resaltan que incluso podría ampliarse. También se está trabajando con el otro programa, más acotado, el de Productos Esenciales, y el objetivo del Gobierno es poder anunciar en los próximos días una ampliación de ese plan, con el fin de fomentar un nivel de precios de diversos rubros con valores estables hasta diciembre.
Esta última semana se resolvió que los planes de descuento en la venta de automóviles y motos cero kilómetro continúan en septiembre y se estima que antes de fin de mes el esquema se extenderá por 60 días, aunque con actualizaciones que tengan en cuenta el impacto de la devaluación.
En Hacienda, están dispuestos a conceder un ajuste que no supere el 5% en los precios de los productos
Acuerdo general. Con la base de estos sondeos, la idea que se analiza es qué otros sectores podrían integrarse a un eventual acuerdo general de precios que frene la inercia inflacionaria y en especial el traspaso de la devaluación al bolsillo.
Como ya rige un congelamiento de las naftas y también se postergaron aumentos de servicios para 2020, el Gobierno analiza ver prepagas y telefonía celular en caso de que quieran sumar incrementos, para evitar sumar presión a índices que ya son elevados.
“No se pueden hacer acuerdos de precios si el dólar es un barrilete”, suele decir Lacunza en las entrevistas en las que habla de etapas “secuenciales”. Primero la calma cambiaria y luego los acuerdos marco, como el que estaría ahora comenzando a tomar forma.
En el mundo corporativo atienden las demandas de la administración, pero ven difícil que tenga fuerza a medida que se trate de un gobierno que esté de salida si se confirma en octubre el resultado de las PASO. En 2016, Alfonso Prat-Gay, cuando era ministro de Hacienda, había propuesto un acuerdo social tras la apertura del cepo, pero por aquel entonces el ala política del Gobierno consideró que no era apropiado. A tres meses del fin del mandato, llega un intento, más modesto.
