El impuestazo inmobiliario próximo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) llegará vía una modificación en la valuación de las propiedades que realizará el gobierno nacional, que generará un aumento en el monto a pagar por Bienes Personales favorable a sus arcas. En concreto, se multiplicará por cuatro la valuación fiscal de los inmuebles.
La titular del organismo tributario AFIP, Mercedes Marcó del Pont, hizo público el revalúo de los inmuebles que se viene en ocasión de acompañar al ministro de Economía, Martín Guzmán, en la presentación del proyecto de ley que contiene el Memorándum de Entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
El gobierno nacional buscará que la iniciativa tenga un impacto positivo en torno al 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI). Pero, aunque avanzará con la implementación del alza en la valuación fiscal, la cartera económica no tiene en agenda modificar el nivel del mínimo no imponible. “El revalúo inmobiliario presenta una trampa mortal para el contribuyente si no se ajustan los mínimos no imponibles por inflación. El mínimo no imponible debería ser de $ 16 millones y es de $ 6. Es una trampa que intenta atrapar a miles de contribuyentes”, disparó Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
Así y todo, aunque se estaría anexando a una importante cantidad de contribuyentes a la obligatoriedad del pago de Bienes Personales por no actualizar el mínimo no imponible, Marcó del Pont defendió la iniciativa y aseguró que seguirán trabajando para que se vayan acercando de manera progresiva las valuaciones fiscales con los valores de mercado de las propiedades. “El gobierno anterior había intentado hacer desaparecer Bienes Personales. Se trata de uno de los impuestos más progresivos. Nuestra postura es que la mejora se logre con el foco en la recaudación en los sectores de mayor capacidad contributiva”, aclaró.
Y esta noticia se conoció en medio de nuevas tensiones entre el Gobierno de la Ciudad y de la Nación por la coparticipación, luego de que esta semana ambas partes no lograran un acuerdo por el recorte de gastos a CABA decidió por decreto presidencial. De no prosperar un acuerdo, el tema terminará con el pronunciamiento de la Corte Suprema. En materia de recursos fiscales, la frazada es cada vez más corta.
Di Pace entiende que esta medida desalentará la inversión privada en el sector de la construcción e inmobiliario. “Generará algo que ya venía provocando la ley de alquileres. Cuatro actores en una misma decisión serán perjudicados: dueños de inmuebles, inquilinos e inversores en la construcción e inmobiliarios”.
Preocupa la obsesión por “la opulenta”. Parece difícil de explicar desde la ecuanimidad por qué se inicia por CABA con el revalúo inmobiliario. Pero simple, leyendo el hecho desde la suspicacia que genera la pugna simbólica que el Ejecutivo nacional mantiene con el habitante porteño que le es electoralmente esquivo. Al respecto, Marcó del Pont argumentó que esta política no es fácil de replicar en otros distritos porque “no existen los indicadores que hay en CABA” –los que AFIP multiplicará por cuatro en su revalúo–. Pero que se trabajará a futuro, en conjunto con los Estados provinciales con iguales fines, siendo que “es su potestad revisar las valuaciones fiscales”.
En paralelo, están las oficinas y el Microcentro con la nueva presencialidad. Allí, dicen que no tienen resto para otro gol. Con un 60% de las oficinas que continúan paradas a muchos de sus dueños les resultará difícil resistir el embate que les propone el Gobierno con este ajuste en Bienes Personales. Máxime cuando el 65% de las unidades funcionales de oficinas en el barrio pertenecen a pequeños propietarios y solo 35%a grandes.