Máximo Kirchner dejó abierta la puerta para protagonizar otro acto de La Cámpora en algún estadio o microestadio de la Ciudad de Buenos Aires, después de que se lo consultó al respecto. En la agrupación analizan esto, pero todo dependerá de las aspiraciones que tenga el primogénito presidencial en cuanto a candidaturas. Su bautismo fue en Argentinos Juniors, con un estadio repleto de militantes. Desde su desembarco en público, se especuló con que sería candidato a intendente de Río Gallegos, aunque luego los números de las encuestas no le garantizaban un triunfo, y la idea se fue desvaneciendo. Incorporarlo en una lista de diputados nacionales sería más sencillo, en el sentido de que el Frente para la Victoria tiene un piso de votos que le son incondicionales. Pero también implica un riesgo: una eventual derrota o una mala performance dejarían expuesto nada menos que al hijo de la presidenta de la Nación. Suerte que no correría Cristina, que desde la gestión se fortalece y puede hacer que su imagen se recupere, por ser la jefa del espacio político.
“No va a haber operativo clamor para que Máximo sea candidato. Salieron a respaldarlo porque habló”, minimizó un alto funcionario del Gobierno en diálogo con este diario. Coincidió otro importante funcionario: “No lo veo a él como candidato”.