Aerolíneas Argentinas vuelve a ser noticia y nuevamente por un presunto escándalo a bordo. Esta vez, habría habido ciertas irregularidades en un vuelo de cabotaje que se realizó el domingo y que iba de Jujuy a Buenos Aires.
Antes de embarcar, la empresa indicó que la aeronave llevaba "demasiado peso". Eso implicaba una escala técnica (que no estaba prevista) en Córdoba. Luego la tripulación intimó a los pasajeros: cinco de ellos tenían que bajarse y quedarse en Jujuy o el avión no despegaba. A pesar de las quejas, seis de ellos aceptaron quedarse.
Eso no fue todo. En la parada de Córdoba, subieron nuevos viajantes. Un grupo de economistas y académicos -que había acudido al coloquio de la liberal Liberty Fund en Purmamarca- protestó ya que temían perder las conexiones con los vuelos que los devolvían a su países de origen.
El profesor Guillermo Lousteau Heguy le dijo a Clarín que "todo lo de la escala técnica nos resultó increíble. Fue una excusa para que subieran cinco personas, que creemos eran políticos".
Por su parte, Juan Carlos Hidalgo se quejó: "Los pasajeros se fueron al frente de la nave para impedir el abordo de los colados. La gente estaba furiosa. Y pudieron: los colados se vieron forzados a bajar y el avión despegó rumbo a Buenos Aires sin ellos". El vuelo aterrizó en Aeroparque cerca de las siete y media de la tarde, dos horas y media después de lo previsto.
Desde Aerolíneas confirmaron la mayor parte del relato: "Iban a subir a dos auxiliares. Pero la gente venía enojada desde Jujuy y no se pudo. El domingo, esa ruta venía con mayor ocupación que lo usual y por eso hubo que realizar todos los cambios".
Pero más tarde, la empresa sacó un comunicado, donde desmintió que se haya desviado un vuelo a Córdoba para que viajen "funcionarios privilegiados".
Aerolíneas afirmó que “el vuelo AU 2454 de aeroparque Jorge Newbery a Salta, y de Salta a Jujuy se cumplió con total normalidad”. El comunicado sostiene que debido a las inusuales condiciones meteorológicas para la época, entre las que nombra la temperatura de 41 grados, y la baja presión atmosférica, sumado a la elevación del aeropuerto internacional Dr. Horacio Guzmán y a los obstáculos que presenta el mismo, se complicó la carga de combustible necesaria.
Según la empresa, cargar combustible excedería en el peso máximo permitido para el despegue en las condiciones antedichas, por lo que “era necesario efectuar una escala técnica en Córdoba”.
“Además de la menor cantidad de combustible, el balanceo de la aeronave del vuelo 2454 requirió también para la escala Jujuy, técnica en Córdoba y destino final aeroparque, el descenso de algunos pasajeros, que se ofrecieron voluntariamente, y sus equipajes”, subrayó la aerolínea.
Para la empresa esto fue explicado a los pasajeros, personalmente, por el Comandante y en forma general a través del audio de la aeronave, ya que “en el imaginario de algunos pasajeros la escala en Córdoba era una operación para embarcar otros pasajeros supuestamente identificados como `políticos´ o `funcionarios de Gobierno´”.
En ese mismo sentido, explicó que “en la escala Córdoba se encontraban aguardando el vuelo posterior – AU 2533 (Córdoba/Aeroparque), un piloto y un técnico de la Compañía, debidamente identificados y con credenciales a la vista, que solicitaron abordar el vuelo 2454 adelantando su regreso a Buenos Aires”.
Sin embargo, como dicha situación “exasperó los ánimos de algunos pasajeros, que insistían en su teoría del “embarco de funcionarios”, por lo que el Comandante negó el embarco y retomó la escala con destino final el Aeroparque Jorge Newbery”.
De mal en peor. Esta no es la primera vez que Aerolíneas genera quejas y rechazos. El último polémico episodio se dio cuando el presidente Mariano Recalde y varios funcionarios y militantes K viajaron rumbo a Uruguay para ver el partido de la Selección Argentina. Las demoras y protestas de los usuarios se siguen repitiendo.
