La internación del presidente Mauricio Macri por un cuadro de arritmia durante la tarde del viernes despertó sorpresa y preocupación sobre su estado de salud. A casi seis meses de haber comenzado su mandato, la noticia alertó a su entorno, que a partir de ahora deberá incorporar en su agenda un tema que hasta al momento se mostraba distante del líder de Cambiemos.
La fibrilación auricular por la que fue internado en la Clínica de Olivos supone el primer episodio cardiovascular en el historial médico de Macri. Lo más resonante había ocurrido el miércoles 6 de enero, cuando se sometió de manera espontánea a realizarse un chequeo médico en la Fundación Favoloro. La comunicación oficial argumentaba “una serie de controles aeróbicos, debido a la actividad deportiva que realiza el presidente”. En el entramado familiar del mandatario, sin embargo, hay personas que han padecido distintas afecciones cardíacas. El caso más importante fue el de su padre, Franco, quien sufrió un infarto en 1983. Como consecuencia de este hecho, el empresario se sometió a una operación de by pass a corazón abierto en un hospital de los Estados Unidos.
Quien también sufrió episodios coronarios fue el hermano mayor del Presidente, Gianfranco. En diálogo con PERFIL, reconoció haber pasado en el último tiempo por tres angioplastías como consecuencia de obstrucciones arteriales. En dos de esas tres oportunidades le colocaron un stent: una ocurrió en 2009 en el Hospital Italiano, mientras que la segunda sucedió en 2011. El responsable de esta última internación fue el doctor Luis de la Fuente, médico de reconocida trayectoria y pionero en la cardiología intervencionista en el país.
Macri se suma así a la lista de presidentes con problemas coronarios. Carlos Menem fue operado por una obstrucción en la arteria carótida. Lo mismo ocurrió ocho años después con Fernando de La Rúa.