Rafael
Ianover,
quien fuera
"testaferro" del ex banquero David Graiver y es testigo del gobierno en
la causa por la venta de Papel
Prensa, declaró ayer en los tribunales federales de La Plata sobre "las presiones" que
recibió para la venta de la papelera. Lo curioso es, por caso, las
versiones contrapuestas que ofrecieron
Clarín,
La Nación y
Tiempo Argentino de sus declaraciones.
Los dos diarios de mayor tirada (y accionistas de la empresa),
aseguran que Ianover admitió haber recibido "presiones" por parte de Montoneros,
mientras que el diario del empresario K Sergio Spolszky dice que el ex testaferro de Graiver
ratificó su declaración realizada ante la Secretaría de Derechos Humanos, en la que había asegurado
que firmó la transferencia de las acciones de la compañía sin conocer las condiciones de la
operación en medio de
presiones por "el temor y el terror que vivía" durante la dictadura. Es decir, presión de militares y de los diarios.
Ianover declaró ayer en la fiscalía que investiga la venta de Papel Prensa. Un hecho que fue
cubierto de distintas maneras por
Clarín,
La Nación y
Tiempo Argentino.
La Nación titula
"Ianover declaró que hubo presiones
de Montoneros";
Clarín dice "
Papel
Prensa: el testaferro de Graiver admitió presiones de los Montoneros"; y
Tiempo,
"Ianover
declaró que firmó bajo presión y con temor a desaparecer".
En sus respectivas notas, que no llevan firmas, los dos accionistas de la papelera aseguran que
el ex testaferro señaló en la declaración que sabía que el grupo Graiver manejaba dinero de
Montoneros y aclaró que se trataba de
17 millones de dólares. "Cuando [la familia Graiver] volvió a la Argentina
comentaron que [los Montoneros reclamaban 17 millones de dólares. Era comentario habitual. El temor
era que mataran a alguien de la familia.
Era comentario de los mismos Graiver", sostuvo el testigo cuando se le preguntó
si "conoció las intimidaciones de Montoneros a la familia Graiver solicitando el
reintegro de sumas dinerarias".
Tiempo Argentino, por su parte, señala que Ianover ratificó en la fiscalía que firmó la
transferencia de las acciones de la compañía sin conocer las condiciones de la operación y en un
clima de presiones y amenazas. El matutino asegura que Ianover manifestó que no recibió una copia
del convenio. Además, dice la nota, el testigo confesó "que el temor y el terror que vivía" no le
permitieron leer el documento. "Era voz corriente en ese momento que había detenidos
desaparecidos", habría declarado el testigo, y que por eso quería protegerse y proteger a su
familia.
Según
Tiempo, cuando los abogados de los diarios
Clarín y
La Nación preguntaron por las presiones de Montoneros a la familia Graiver, Ianover respondió que
desconocía esas amenazas y consideró la hipótesis como un "artilugio de FAPEL y las Fuerzas
Armadas". Según esta versión, el testigo agregó: "Es inaudito vender un patrimonio de esa
naturaleza sin saber de forma racional quién era el verdadero comprador".
En una entrevista que Ianover concedió al Diario PERFIL en abril último también habló de las presiones que recibió entonces. "Así como fueron presionados los dueños del paquete mayoritario, fui presionado yo también y tuve que vender", al tiempo que aseguró que esas "presiones" fueron ejercidas por "los militares y la 'gente del papel' a través del temor a las detenciones".
El ex testaferro de Gravier, que fue detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo el 12 de abril de 1977, dijo además en esa entrevista que los abogados de La Nación y de Clarín "fueron a ver a mi mujer para pagarle por la operación", pero que ella "les reiteró que las acciones no eran nuestras y que no recibía ese pago".