Una vez más, el doble comando en la Argentina vuelve a cuestionarse desde el exterior. El prestigioso diario El País publicó hoy una editorial titulada "En comandita" en la cual asegura que en nuestro país "los ciudadanos hablan de los Kirchner como de una sociedad política en la que casi nunca está claro qué papel desempeña la presidenta Cristina Fernández y cuál su marido y antecesor, el ex presidente Néstor Kirchner." Y no es la primera vez que el diario hace referencia a esta situación.
Cabe recordar que una sociedad en comandita es una figura que surge en la Edad Media, habiendo varios tipos de ellas. El ejemplo más común es el de las farmacias (sociedad en comandita simple) y se caracteriza "por la existencia de socios comanditados que responden por las obligaciones sociales y participan en la gestión y administración de la sociedad, y socios comanditarios que no participan en la gestión y cuya responsabilidad se limita al capital aportado o comprometido".
Volviendo a los Kirchner, El País dice que "Fernández llegó triunfalmente hace un año a la jefatura del Estado, catapultada por su esposo, patrón indiscutible del justicialismo gobernante. La popularidad de la mujer más poderosa de Latinoamérica se ha ido desvaneciendo en buena medida en ese tiempo, debido básicamente a decisiones económicas de un Gobierno poco creíble en ese terreno." analiza el artículo.
Sobre las AFJP. Tampoco se olvida de criticar la última medida que busca adoptar el matrimonio K, la cual "muchos ven como una maniobra para rellenar con 30.000 millones de dólares el creciente agujero fiscal de un Gobierno escaso de liquidez y al que vencen en los próximos dos años más de 20.000 millones en deuda".
"Tan serio como los problemas que minan el crédito de la Casa Rosada es el convencimiento general de que el ex presidente consorte -a quien obviamente la Constitución no reconoce papel alguno como tal- es el motor político del país" añade el análisis, que luego agrega que "Kirchner no ha cumplido su promesa de no inmiscuirse en las tareas de gobierno que competen a su esposa, con quien le une una aparentemente inexpugnable afinidad ideológica"
Incompatibilidad democrática. "El matrimonio gobierna Argentina como una sociedad en comandita que ni siquiera guarda las apariencias más elementales: el líder justicialista despacha con ministros y hace oír regularmente su voz, con frecuencia airada, sobre los temas más variopintos" se despacha antes de finalizar la nota. Por último advierte: "semejante confusión, esta concepción del poder a dos, resulta obviamente incompatible con una democracia asentada".