Una de las primeras tareas que se propuso Néstor Kirchner al finalizar su mandato como presidente de la Argentina, fue normalizar al Partido Justicialista (PJ) intervenido desde 2005 por la Justicia. Apenas pasado un mes de la asunción de su esposa, Cristina Fernández, el pingüino cuenta con el respaldo de importantes sectores del peronismo para asumir como titular del movimiento político más importante del país.
En declaraciones a distintos medios, dirigentes del peronismo salieron a respaldar la candidatura de Kirchner para presidir el PJ, que se encuentra intervenido desde septiembre de 2005 por la jueza María Servini de Cubría, quien consideró que el partido fundado por Juan Domingo Perón se encontraba en "estado de acefalía" desde 2003.
De acuerdo al vicegobernador bonaerense, Alberto Balestrini, el congreso del PJ será convocado a fines de marzo, desde donde se anunciará elecciones internas a fines de mayo o principios de junio, al tiempo que anticipó que tanto él como otros dirigentes respaldarán la asunción de Kirchner al frente del partido.
Balestrini afirmó que en el peronismo " estamos convencidos que el único dirigente en condiciones de aglutinar al movimiento nacional y popular se llama Néstor Carlos Kirchner".
El ex titular de la Cámara de Diputados anunció que el congreso nacional partidario será convocado para fines de marzo y tras definir una nueva mesa de conducción, resolverá la fecha de las elecciones internas con el país como distrito único para mediados de año, que "pueden ser a fines de mayo o en los primeros días de junio".
Pese al entusiasmo que muestran los kirchneristas bonaerenses (ex duhalidistas), el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó a la agencia DyN que al ex presidente “habrá que convencerlo para que renueve al peronismo”, porque “él no está muy convencido”, ya que “Néstor Kirchner es una referencia de la política argentina”.
"Yo creo que, definitivamente, el peronismo lo necesita y ojalá que lo podamos convencer y ayudar a que el peronismo se renueve, se revigorice", sintetizó Alberto Fernández, quien muestra las dudas del ex presidente en involucrarse por completo en la conducción del partido.
El movimiento. Por su parte, también encolumnado en el kirchnerismo, el diputado bonaerense, José María Díaz Bancalari, afirmó por radio América que la reorganización del PJ debe contener un debate interno sobre las posiciones mantenidas en los últimos años, además de una amplia "amnistía" de los excluidos de la estructura partidaria.
De esta manera, el legislador estaría abriendo las puertas a los peronistas anti K, especialmente a los bonaerenses que continúan fieles al ex presidente Eduardo Duhalde, derrotado por el matrimonio presidencial en las elecciones de 2005, cuando Cristina Fernández se impuso a "Chiche" Duhalde en la senaduría por la provincia de Buenos Aires.
En ese sentido, el ex ministro de Defensa, José Pampuro, remarcó en declaraciones a la agencia Télam, que el ex presidente, “quien tomó la decisión de avanzar en la normalización del partido”, deberá “abrirles las puertas a todos” para evitar “más diásporas”.
"Voy a trabajar fuertemente en la normalización del justicialismo y estoy muy bien motivado para avanzar en esa dirección. Necesitamos un partido renovado y fuerte y, lógicamente, el jefe indiscutido será el ex presidente (Néstor) Kirchner", sentenció Pampuro,
De esta manera, con el respaldo de gobernadores justicialistas K e intendentes de todo el territorio nacional, ahora todo dependerá de Kirchner, quien desde las oficinas de Puerto Madero, donde dirige la Fundación Calafate, deberá decidir si se pone al frente del partido más poderoso del país o se erige, tal como señaló Alberto Fernández, en “una referencia de la política argentina”.