Una mochila de plomo. Eso debe haber sentido Daniel Scioli cuando recibió a la Mesa de Enlace y prometió llevar sus reclamos a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sabía que no sería una tarea fácil: incluso se habló de que ese era sólo el primer gesto de su ruptura con los Kirchner. La previa de la reunión estaba sobrecargada de expectativa.
Sin embargo, después del encuentro, el resultado no quedó claro. O los gobiernos nacional y provincial no pudieron ponerse de acuerdo sobre qué discutieron. Dependiendo de a quién se le pregunte, las respuestas pueden ser muy diferentes.
"Hay una reunión, que me parece muy importante, con la Mesa de Enlace, yo no soy intermediario ni mensajero, nunca me puse en ese lugar", dijo ayer Scioli a la prensa, para salir del paso después de la reunión.
Luego lo ratificó el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que será el encargado de recibir a los ruralistas el próximo viernes 31 de julio: "No se habló del campo, no sé si traía alguna propuesta formal para hacer, pero no la hizo", afirmó sobre su diálogo con el gobernador bonaerense.
Por si no quedaba claro, Fernández se negó a anticipar los temas que discutirán para no "hacer comentarios de cola de panadería", y esta mañana reiteró su versión en diálogo con Radio Continental.
La historia que cuentan las fuentes cercanas al gobernador son bien distintas: según dijeron a la agencia de noticias DyN, Scioli reclamó elevar el precio de la leche para los productores, ayudar a aumentar la producción de carne, y flexibilizar las exportaciones del sector.
Por su parte, según el diario Clarín, el mismo gobernador confirmó haber hecho esos planteos, al que sumó una ayuda para el sector del trigo, que sufre la sequía.