"Se trata de pequeños grupos que sólo buscan la represión para victimizarse", decía Aníbal Ibarra a mediados de 2005 a Radio 10, cuando el colegio "Mariano Acosta" se venía abajo y los estudiantes lo habían ocupado. El fenómeno de las protestas estudiantiles crecía y se expandía por la Capital, creando enormes problemas al tránsito, ya que las "sentadas" frente a los establecimientos enloquecían la vida porteña de todos los días.
Hoy, el tema es el Colegio De La Salle, cuyos responsables negocian con un grupo empresario la cesión de una parte del predio para la construcción de un hotel y un centro de convenciones. Y el ahora legislador Aníbal Ibarra anunció que mañana presentará un proyecto que prohíbe el uso del inmueble para "fines no educativos". El ex jefe de Gobierno consideró que "se terminó la época de las escuelas shopping y no va a comenzar la época de los colegios transformados en emprendimientos turísticos".
El texto de la ley pretende impedir que en la actualidad y en el futuro el inmueble "pueda ser afectado a otro tipo de emprendimientos comerciales, tal como se proyecta ahora". El legislador por Diálogo por Buenos Aires expresó que el crecimiento turístico "no puede avasallar instituciones educativas necesarias para toda la comunidad" y destacó el valor "histórico y tradicional" del instituto.
Las autoridades de la institución habían anunciado en forma oficial a la comunidad educativa que estudiaban un proyecto para construir un hotel cinco estrellas y un centro de convenciones en el edificio, cuya inauguración se realizó a fines del Siglo XIX.
La Legislatura porteña venía estudiando el año pasado la posibilidad de catalogar el edificio como "patrimonio histórico" a fin de promover su preservación, mientras el proyecto de Ibarra pretende actuar en forma específica sobre la construcción.