La defensa del único imputado, Diego Lagomarsino, prepara los argumentos con los que intentará rebatir los datos que arrojó la presentación de Arroyo Salgado con el objetivo de alejar la hipótesis de que el asesor informático estuvo en el departamento de Alberto Nisman a la hora en que se produjo su muerte.
En el entorno del técnico informático confirmaron a PERFIL que van a contrarrestar el punto 7 de la pericia de la ex mujer de Nisman. “Arroyo Salgado dice que el cuerpo se encontraba exangüe y laxo al momento de la pericia, pero no tuvieron forma de palpar las masas musculares ni exploraron la rigidez de las articulaciones”, aseguraron.
La defensa del único imputado por la muerte de Nisman considera que “el cuerpo del fiscal se hallaba en el inicio de retroceso de las rigideces de las articulaciones”, y esto podría acercar la investigación nuevamente hacia la hipótesis del suicidio.
Otro de los puntos que objetarán es que el cuerpo de peritos de Arroyo Salgado se apoyó sólo en videos e imágenes para llegar a la conclusión de la laxitud del cuerpo de Nisman. “Toda apreciación de rigidez esencialmente requiere de palpación y observación”, dijeron. En tanto, cuestionaron que “los expertos de la querella observaron falta de rigidez en articulaciones pequeñas pero pasaron por alto otras cuestiones, como la rigidez que se observa en la pierna”, agregaron.
PERFIL reveló hace semanas que para la defensa de Lagomarsino existe una contradicción entre el punto 12 y el 13 en la presentación de Arroyo Salgado.
Los peritos de la ex de Nisman afirmaron que el fiscal recibió el disparo con una de sus rodillas apoyadas en el piso. Para el equipo de Rusconi, esta hipótesis no cierra y sospechan que debería haber rastros de resistencia.