“¿Tiene Cerealitas comunes o Boca de Dama?”, preguntó una cliente a Julio Cabaleri, encargado del supermercado ABC, de Senillosa 70, en Caballito. Ante la negativa, la mujer bufó y se alejó diciendo: “¡No puede ser! Esto es un embole”.
Debido al recrudecimiento de la protesta de campo, la semana pasada comenzó a sentirse la escasez de varios cortes de carne pero, según Cabaleri, la entrega de galletitas, productos de limpieza, aceites y leches también se ve afectada hace varios meses.
Mientras los comerciantes esperan una pronta solución a la escasez de productos, el paro de los productores agropecuarios, en protesta contra las retenciones móviles a las exportaciones de soja y girasol dispuestas por el Gobierno, amenaza con extenderse. Las asociaciones de defensa del consumidor, industriales y transportistas piden, por su parte, diálogo y acuerdo.
“Siento que el Gobierno nos dice: ‘Coman lo que hay’”, dijo, molesto, Cabaleri, frente a una heladera de carne casi vacía.
Como muchos dueños de establecimientos chicos y medianos y de carnicerías que funcionan de manera independiente dentro de supermercados chinos, está a punto de quedarse sin stock. “Por semana me entregan 30 medias reses. La semana pasada no recibí ninguna. Ni idea de qué va a pasar la próxima (por la que se inicia hoy)”, protestó.
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