El accidente cerebrovascular que sufrió el vicegobernador bonaerense Alberto Balestrini y su estado crítico comenzará a traer consecuencias políticas en la provincia de Buenos Aires. Mientras el matancero deba permanecer alejado de su rol institucional por razones de salud, el mando de la Cámara de Senadores quedará en poder de Federico Scarabino, quien mantendrá su voto como senador y además contará con la facultad de desempatar, igual que el vicegobernador.
Desde que Balestrini asumió en 2007, Scarabino se convirtió en uno de sus hombres de confianza. Sin embargo, para Néstor Kirchner y Daniel Scioli no será lo mismo. El gobernador bonaerense delegaba en Balestrini el andar político de la Legislatura y pese a que desde los comicios del año pasado, el bloque Frente para la Victoria-PJ sólo tiene 19 de los 46 senadores, con el vicegobernador como mediador, Scioli no debió sufrir hasta ahora fuertes combates.
Pero quien ahora estará al frente del Senado, fue el autor intelectual de la reforma política provincial que planificaba desdoblar las elecciones en el territorio bonaerense de los comicios nacionales. En aquel entonces, Scarabino fue uno de los más irritados por la intervención del ex presidente Kirchner que terminó con cambios en el proyecto. Sin embargo, dentro de la Legislatura, quienes conocen su trayectoria aseguran: “Sabe acomodarse a todos los gobiernos, no va a pasar mucho tiempo para que se convierta en un kirchnerista de la primera hora”, comentó un legislador de su propio partido.