El pragmatismo ha sido una de las mejores armas electorales del ex presidente Néstor Kirchner. En 2009 llegó el momento de utilizarlas una vez más. En octubre serán las elecciones legislativas y desde las filas K existe el temor de perder la mayoría absoluta en ambas cámaras.
Por eso es que Néstor está reagrupando a sus viejos aliados que lo ayudaron a vencer en 2005 y 2007, como el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti y el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
Peligra su parlamento. La imagen del matrimonio presidencial sigue en caída y las elecciones de octubre pueden acabar con la hegemonía en Diputados y Senadores. Según informa hoy La Nación, en la Cámara Alta, el Frente para la Victoria renovará 14 de sus 44 bancas y en la Cámara baja, 62 de los 118 diputados que posee. Además desde el peronismo comienzan a haber voces disidentes y algunos sectores hablan de un pos kirchnerismo.
El mayor desafío pasará por la provincia de Buenos Aires, donde del kirchnerismo pondrá en juego 20 bancas de las 35 que se renovarán en las elecciones de octubre. Por esta razón Kirchner comenzó a recibir a intendentes del conurbano para repartir obra pública.
Viejo conocido. La nueva jugada K sería una alianza con Schiaretti. Al igual que durante el 2005 y 2007, ambos se unirían para obtener la mayor cantidad de votos posibles en una provincia clave. Clarín indica en su edición de hoy que Schiaretti necesita de manera urgente la chequera nacional y eso sería determinante para juntarse con Kirchner. El otro objetivo, claro está, es vencer a Luis Juez que se mantiene al tope de las encuestas.
Llamen a Alberto. Luego del conflicto con el campo, la relación entre Kirchner y Alberto Fernández se desgastó a tal punto que el funcionario dejó el Gobierno. Pero el ex presidente sabe que su antiguo asesor puede ayudarlo para octubre por lo que busca recomponer el trato.
La prioridad es que Fernández se encargue del armado K en la ciudad de Buenos Aires, donde el oficialismo sabe que es muy difícil conseguir un triunfo. En dos reuniones, ambos se pusieron de acuerdo para volver a trabajar juntos, pero sólo en el armado electoral, según distintas informaciones de prensa.